Los gigantes de la tecnología y los impuestos son un tema muy álgido en Europa. La primera empresa en crear un gran escándalo dentro de la Unión Europea con respecto al pago de impuestos atrasados fue Apple que acordó en 2015 entregar a Italia 314 millones de euros a cuenta de su deuda acumulada, aunque tiempo después la Comisión Europea recusó el pago de 13 mil millones de euros más para Irlanda por operaciones en ese país.
Ahora el turno es para Google, que procedió a realizar su pago en Italia por unos 306 millones de euros, correspondiente a los impuestos entre 2002 y 2015. Sin embargo algunas medidas que pueda tomar el gobierno estadounidense sobre la repatriación de fondos podría colocar en riesgo el pago de sus tributos sobre ganancias que superan los 2,500 millones de euros para todas las multinacionales tecnológicas.
Al volver estos fondos a Estados Unidos, esto podría permitir a las compañías estadounidenses evitar pagar su parte justa del impuesto en Europa, una acusación que rechazan los funcionarios de la industria tecnológica.
Sin embargo las organizaciones mundiales y los distintos países cada vez se suman más a la idea de construir un sistema tributario mundial que permita conseguir que las empresas multinacionales paguen impuestos justos sobre sus operaciones en el extranjero y restrinjan la transferencia de beneficios a paraísos fiscales como Irlanda y Las Bermudas.
Por ahora Google hizo oficial su pago por atraso de 13 años de impuestos a Italia, luego de que el año pasado el gigante del Internet entregara 130 millones de libras a Reino Unido tras un acuerdo similar con las autoridades tributarias británicas.
El siguiente paso contra Google podría ser una investigación de las autoridades fiscales francesas con la meta de hacerse de una factura de este año de unos mil millones de euros para Google.
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