www.zonamovilidad.es
Por Pilar Bernat
x
pbernattelycom4com /7/7/16
sábado 28 de mayo de 2016, 10:00h

Escucha la noticia

“A veces he creído hasta en seis cosas imposibles antes del desayuno” dijo Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) y en los últimos tiempos, seguramente todo ser humano con inquietud se identifique con él y se plantee aquello de hacia dónde vamos y de dónde venimos, en toda la profundidad de la cuestión.

Dicen los científicos que esperan que, de un momento a otro, en algún lugar del mundo, la inteligencia artificial eclosione y cobre conciencia de sí misma; es más, que se convierta en una súper inteligencia con respecto a la cual, a los hombres, no nos queda más que esperar que cumplan las leyes de la robótica de Asimov. Y en ello creía Shannon, Dijkstra, Wozniak, Hawking…

Watson, tal vez el más popular de los entes inteligentes, desarrollado por IBM, y que tiene el honor de ser la primera versión comercial entre los de su clase


Tal vez porque no queramos creerlo, tal vez porque somos incapaces de imaginarlo, lo cierto es que mostramos cierto escepticismo ante una vida compartida o dirigida por robots. Sin embargo, hay que rendirse a la evidencia. En el último foro de Davos, en el del pasado enero de 2016, el desarrollo de la inteligencia artificial fue uno de los temas que se trató y se hizo sólo un año después de la firma de 700 especialistas pidiendo que se la dote de valores éticos.

Muy cerca

Y es que, ya hay cientos de miles de personas en el mundo que utilizan Cortana de Microsoft o Siri de Apple, máquinas basadas en el ‘deep learning’, a las que se les ha dado capacidades de aprendizaje en un entorno cotidiano. Pero, mucho más allá, tenemos el ejemplo de Watson, tal vez el más popular de los entes inteligentes, desarrollado por IBM, y que tiene el honor de ser la primera versión comercial entre los de su clase.


Pero, a qué nos referimos cuando decimos “entre los de su clase”, pues a supercomputadores que ya no procesan datos estructurados (aquellos que podríamos meter en un cuadro de Excel), sino desestructurados; ya que recogen información y aprenden de los documentos que hay en la red, las bibliotecas on line, las fotos, los videos, las redes sociales (IBM tiene acuerdos con Twitter y con Facebook), el lenguaje natural, el gestual e incluso llega a interpretar los giros del lenguaje.
Así, llegados a este punto, las empresas han empezado a darle utilidad y ponerlos al alcance de empresas e individuos; por eso, IBM ha dado un paso al frente y Watson ya tiene utilidad para la humanidad dentro de la medicina, la educación y, como no, el marketing.

IBM Watson Trend es una aplicación para iPhone e iPad que utiliza las capacidades cognitivas de Watson para mostrar a los consumidores cuáles son las principales tendencias de compra

Watson Trends

IBM Watson Trend es una nueva aplicación para iPhone e iPad que utiliza las capacidades cognitivas de Watson para mostrar a los consumidores cuáles son las principales tendencias de compra y predecir los regalos que serán más populares en las próximas campañas comerciales. La aplicación analiza decenas de millones de conversaciones online en más de 10.000 fuentes, sobre todo en medios sociales, blogs, foros, comentarios o calificaciones. Además, muestra la opinión real de los consumidores respecto a los artículos que han comprado o están pensando comprar.
Al utilizar el motor de reconocimiento de lenguaje natural y su infinita capacidad de aprendizaje, la aplicación analiza el sentir de los consumidores e identifica patrones y tendencias que revelan la razón por la que se compran ciertos productos o marcas. Además, utiliza tecnologías de análisis predictivo para prever si una tendencia particular es una moda pasajera o el artículo seguirá siendo muy solicitado a lo largo del tiempo.

Commerce Insights

Ya en un entorno estrictamente profesional, IBM ha desarrollado un sistema de detección de problemas de rendimiento en las tiendas on line y la experiencia de cliente en las mismas.
El poder de analítica lo aporta nuestro amigo Watson, quien marca un antes y un después en la era cognitiva y no surge como un producto evolutivo sino disruptivo, como un escalón en la revolución digital.
Para dar a conocer su desarrollo, IBM utiliza a Olivia, una directora de marketing tipo, que tiene un plan de ventas y lo gestiona mediante Commerce Insight, un programa

que utiliza datos reales y responde de forma instantánea. De hecho, al ‘software’ -si es que lo es- se le pueden hacer todo tipo de preguntas para saber si en las ventas influye el tipo de dispositivo desde el que se realizan, cual es el color de moda un algún punto de la tierra, en qué se fijan más los internautas, por qué no se vende aquí o allí, qué medidas podemos tomar… “las respuestas son infinitas porque su conocimiento es universal” -explica Carmen García, Directora de IBM Commerce SPGI-.
Para García, hoy el dato es un activo, el conocimiento es universal y lo fundamental es la interpretación de esos datos que las máquinas procesan. La joven Olivia, allá donde esté y sea cual sea su aspecto, si utiliza Insight, podrá, de un solo vistazo ver el rendimiento de su empresa, detectar qué producto no cumple los objetivos, aplicar diferentes métricas, preguntar para saber cuál es el problema (stock, visibilidad, tendencia, localización geográfica, costumbres, etc.) y seguir las directrices de la máquina para solventarlo.
La principal de sus ventajas es que se pueden llevar a cabo acciones inmediatas, además de utilizar el lenguaje natural, tener un enfoque gráfico y, sobre todo, máxima sencillez de uso.
En fin, hoy por hoy, Watson no tiene competencia, lleva aprendiendo desde 2001 y tendríamos que vivir cientos o tal vez miles de vidas para hacer lo que él hace un día; pero seguro que más pronto que tarde, tendrá compañía y entonces…

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios