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Por Pilar Bernat
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sábado 03 de septiembre de 2016, 11:01h

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Define Wikipedia ‘Fintech’ como un término de nuevo cuño que viene de la contracción de las palabras inglesas finance y technology y que engloba aquellos servicios o empresas del sector financiero que aprovechan las tecnologías más modernas para crear productos innovadores.

Que los procesos bancarios tradicionales tienen sus días contados es algo que ya nadie duda, que la banca se debe reinventar, tampoco; pero hay otras cuestiones que si se deben tratar, seguir y analizar. Una de ellas es el hecho de que los operadores parecen abocados a convertirse de forma directa o indirecta en nuestros gestores de cobros y pagos, en mediadores de nuestra economía y tal vez, quien sabe, en nuestros propios bancos. Si lo van a hacer solos o en alianzas con terceros (sería lo lógico) aún está en el terreno de la especulación; pero que Telefónica, Vodafone, Orange o, ya MásMovil / PepePhone / Yoigo en algún momento se pondrán el sufijo ‘bank’ es algo que a corto o medio plazo, sin necesidad de consultar una bola de cristal, veremos llegar.

El micropago es un mercado multibillonario, además de uno de los pilares sobre los que se asienta la economía digital

La necesidad del micropago

Y si bien es cierto que de la investigación surge el análisis y de éste el establecimiento de la teoría, a veces las cosas son mucho más fáciles y previsibles. El desarrollo del comercio electrónico y las transacciones directas entre consumidores o entre proveedor y cliente através de la red es palpable hace años. Los propios medios de comunicación, sin ir más lejos, estudian cada día la forma de cambiar el paradigma y poder aportar información objetiva y desinteresada que no dependa de la publicidad de empresas que los ‘obligan’ a defender sus intereses, sino del pago efectivo por lectura de los propios usuarios.

Coowry, una oportunidad

Así, una start up madrileña, ya en proceso de consolidación, ha llamado nuestra atención. Su nombre, Coowry y su aportación, el desarrollo de una plataforma de pagos para operaciones de micro pagos (hasta 10 euros) que utiliza el saldo telefónico como moneda de cambio. “El saldo telefónico es el nuevo dinero; intercámbialo fácilmente, gratis y de forma segura, en todo el mundo -reza su página web-“.

El hecho cierto, es que, según los estudios realizados, el micropago es un mercado multibillonario, además de uno de los pilares sobre los que se asienta la economía digital. Ahí están, por ejemplo, las descargas de aplicaciones, que en 2016 se estima supondrán un mercado de 80.000 millones de dólares; el universo de los generadores de contenidos que necesitan poder monetizar su esfuerzo sin mantenerse vinculado o esclavizado por una OTT; el comercio electrónico; la gestión de servicios, etc.


Según afirma Carlos Heredia, director de la joven compañía madrileña, también sirve “para pagar deudas informales, pequeñas tareas, a los empleados, colaboradores o freelance, para hacer campañas de marketing o de fidelización, entre otros”.

Nada de lo que existe hasta ahora permite cobrar y pagar, con facilidad uno o dos euros y sobre todo, ninguno de manera instantánea y gratuita. La mayoría de las soluciones existentes, tipo PayPal, están basadas en tarjetas de crédito, que, por principio, no están diseñadas para este tipo de operaciones, tienen un coste anual, conllevan unas comisiones muy altas y no todo el mundo tiene acceso a ellas; bien por ser menores, por no tener capacidad adquisitiva suficiente o por vivir en lugares remotos del globo donde este tipo de facilidades urbanitas carecen de sentido.

Solución

Coowry considera que la solución a este problema pasa por el desarrollo de una plataforma (ya activa en algunos países asiáticos y con muchas perspectivas en Latinoamérica) que conjugue los intereses de los operadores y de los agentes de Internet y aseguran que el impacto en su cuenta de resultados sería enorme.

Entre las ventajas: está libre de comisiones, regulada por los operadores de telecomunicaciones, la transacción se realiza en tiempo real y funciona con cualquier móvil. De la misma forma es un gestor de cobros y pagos simple, de alcance global, seguro y fácil de utilizar que podría convertirse en el detonante de los que se denomina “la economía digital del dólar (un dólar)”.

“El uso de Coowry es gratis; los importes transferidos no tienen comisión. Si un cliente paga 1 euro por un producto o servicio, el comercio recibe el euro integro, no 75 o 50 céntimos, como ocurre con otros medios de pago. Coowry opera en transacciones de pagos, por debajo de los 10 euros. Sólo se necesita un teléfono móvil. No requiere un smartphone, no es imperativo descargarse una aplicación, no tienes que facilitar ninguna información adicional o financiera por parte del usuario”.

Además, es interoperable a nivel nacional e internacional y el pago se recibe en modo de saldo, sin intermediación ninguna. Es decir, el cliente paga; el operador recibe ‘el dinero’ y lo ingresa en forma de ‘saldo’ en la cuenta del proveedor -o de quien éste indique-, quien verá sus ingresos repercutidos en su factura de telecomunicaciones.

El límite de 10 euros es sólo relativo, ya que no hay un tope de transacciones a realizar y se puede ‘depositar’ dinero en diferentes cuentas.

El paso siguiente, en este tipo de plataformas podría pasar porque el operador haga de mediador y que maneje saldos superiores a los 10 euros, de manera que se convierta en ‘micro banco’ para sus clientes y además de la fidelización, siempre tendrá la ventaja de ‘gestionar el capital’. ¿Problemas? los hay, pero nada que sea insalvable.

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