El informe, que recoge datos de empresas de distintos sectores, muestra además que un 16% adicional está explorando activamente su implementación. En total, el 97% de las organizaciones encuestadas se muestra abierta a utilizar IA en algún nivel. Entre los usos más frecuentes destacan la detección automática de activos, la priorización de riesgos y la identificación de anomalías, funciones que ya se consideran esenciales en los equipos de ciberseguridad más avanzados.
A corto plazo, las previsiones también apuntan hacia una consolidación de esta tendencia. De hecho, un 42% de las empresas identifica la IA y la automatización como prioridades fundamentales para reforzar su ciberseguridad durante los próximos 12 meses.
Sin embargo, el entusiasmo por estas herramientas convive con un aumento de la preocupación. Según el informe, un 94% de las organizaciones cree que la IA tendrá un impacto negativo en su exposición al riesgo en los próximos años. Además, más de la mitad espera que esta tecnología conlleve un aumento en la escala y complejidad de los ciberataques, lo que obligará a muchas compañías a revisar sus estrategias actuales de protección.
En este contexto, los principales temores están relacionados con la gestión de datos sensibles. Las empresas advierten sobre la falta de claridad en cuanto al tratamiento y almacenamiento de información por parte de los sistemas de IA, la posibilidad de que modelos no fiables exploten datos privados o generen resultados erróneos, y las dificultades para mantener el cumplimiento normativo en un entorno cada vez más complejo. A esto se suma el reto de controlar la proliferación de nuevos puntos finales, APIs y entornos de TI en la sombra.
Ante esta situación, desde Trend Micro insisten en la importancia de adoptar un enfoque de seguridad integrado desde el inicio del desarrollo de sistemas basados en IA. “La inteligencia artificial ofrece grandes oportunidades para reforzar la ciberseguridad, pero también está siendo aprovechada por los atacantes”, señala Rachel Jin, directora de plataformas de Trend Micro. “Por eso, la protección no puede ser un añadido, tiene que formar parte del diseño desde el principio”.
A medida que la IA se incorpora de forma generalizada en los entornos tecnológicos de las empresas, la compañía insta a los responsables de seguridad a anticiparse a los riesgos, aplicar medidas proactivas y garantizar que la adopción de estas herramientas vaya de la mano de prácticas de protección robustas, capaces de adaptarse a un panorama de amenazas en constante evolución.