España se prepara para dar un salto decisivo en la modernización de su sector radiofónico con la publicación a consulta pública del proyecto de real decreto que regula la implantación de la radio digital terrestre bajo el estándar DAB+ (Digital Audio Broadcasting Plus).
La medida, promovida por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, marca un punto de inflexión para una industria que busca mayor eficiencia tecnológica y nuevas funcionalidades en un entorno mediático en plena transformación.
El estándar DAB+ se presenta como una evolución natural frente a la Frecuencia Modulada (FM), vigente desde mediados del siglo pasado. Su principal ventaja radica en el uso más eficiente del espectro radioeléctrico y en la optimización de la señal de audio, más resistente a interferencias. Además, amplía las posibilidades técnicas de la radiodifusión, con formatos de audio multicanal y la incorporación de servicios asociados en texto e imagen que enriquecen la experiencia de los oyentes.
Entre las funcionalidades más destacadas figura el Sistema de Alerta Automática de Seguridad (ASA), que permitirá emitir mensajes de emergencia ajustados a zonas concretas, tanto en formato hablado como en textos e imágenes. Se trata de una innovación con especial relevancia en la gestión de catástrofes y en la comunicación de incidencias críticas a la población.
Impacto en RTVE y operadores privados
El proyecto normativo establece que, para las emisiones de ámbito estatal, la migración a DAB+ será obligatoria y sincronizada. RTVE dispondrá de un bloque exclusivo de frecuencias que le permitirá incrementar su capacidad de contenidos y ampliar su cobertura, con el compromiso de alcanzar al 85% de la población en un plazo de 24 meses.
Por su parte, los operadores privados mantendrán sus obligaciones actuales de cobertura dentro de un bloque independiente. La reorganización del espectro no liberará nuevos canales, por lo que no será necesario convocar concursos adicionales de licencias.
El plan no afecta a las emisiones analógicas, que seguirán operando tanto en Onda Media como en FM, garantizando así la continuidad del servicio durante el periodo de transición.
El papel de las comunidades autónomas y los canales locales
En el caso de las emisoras autonómicas y locales, el avance hacia DAB+ se ha diseñado en dos fases. Inicialmente, cualquier radiodifusor podrá dar el salto de manera voluntaria siempre que no interfiera en la planificación del resto de operadores. Posteriormente, serán las comunidades autónomas las que decidan la fecha en la que la transición será obligatoria y se realice de forma sincronizada.
La iniciativa se enmarca en la estrategia comunitaria de digitalización de las comunicaciones. La normativa europea ya obliga a que todos los vehículos nuevos comercializados en la Unión Europea incluyan receptores compatibles con DAB+, lo que facilita la penetración de esta tecnología entre los usuarios. Los fabricantes de receptores domésticos también han incorporado progresivamente compatibilidad con este estándar, lo que reduce barreras técnicas a su implantación.
La transición hacia DAB+ plantea retos de inversión y adaptación, pero también abre la puerta a nuevas oportunidades de negocio y a la mejora de la calidad de servicio. Para las emisoras, el estándar ofrece mayor capacidad de transmisión y la posibilidad de diversificar su oferta con contenidos adicionales. Para los oyentes, supone una experiencia más rica, con sonido mejorado y servicios complementarios que van más allá de la radio lineal.
El periodo de audiencia pública permanecerá abierto hasta el 4 de noviembre de 2025 en la web del Ministerio, un paso clave antes de la aprobación definitiva del decreto. Con esta iniciativa, España se alinea con las tendencias europeas y se posiciona en la senda de la radio digital del futuro.