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Por Alfonso de Castañeda
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alfondcctelycom4com/8/8/17
miércoles 29 de octubre de 2025, 09:00h

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Durante años, el navegador ha sido una puerta de entrada al mundo digital. Ahora, Atlassian quiere que se convierta en el lugar donde el trabajo sucede.

Con la compra de The Browser Company, creadora del navegador Arc, la compañía australiana busca redefinir el espacio de productividad en la era de la inteligencia artificial.

La operación, cerrada el pasado 21 de octubre por unos 610 millones de dólares, amplía la cartera tecnológica de Atlassian y plantea una idea de fondo: el navegador no tiene por qué ser una herramienta pasiva. Puede ser un entorno de trabajo inteligente, capaz de entender el contexto, anticipar necesidades y conectar tareas dispersas.

De los orígenes del software a la nueva interfaz del trabajo

Cuando Internet comenzó a democratizar el acceso a la información, algunos pioneros imaginaron un futuro en el que todo, documentos, programas y sistemas, viviría en la nube. Aquella promesa, encarnada en experimentos como myWebOS o Desktop.com, se adelantó a su tiempo: la conectividad era limitada y los navegadores, demasiado primitivos.

25 años después, ese sueño ha vuelto, pero no como una utopía tecnológica, sino como una consecuencia natural de cómo se trabaja hoy en día. Josh Miller, fundador de The Browser Company, lo descubrió casi por accidente: observando cómo su entorno, su mujer para ser más concretos, ya no salía del navegador ni para escribir, presentar o coordinar un proyecto. “Las herramientas estaban ahí, las pestañas eran los nuevos escritorios. Pero el navegador seguía sin estar diseñado para eso”, explicó al presentar Arc.

El germen de Arc, y su sucesor, Dia, es la constatación de que el navegador debía dejar de ser un contenedor de páginas para transformarse en un sistema que organizara las tareas, no las direcciones web. En lugar de obligar a los usuarios a abrir pestañas infinitas, la propuesta pasa por agrupar contextos: proyectos, equipos, conversaciones.

“Hoy, el 85% del tiempo que pasa un trabajador ocurre dentro del navegador. Sin embargo, los navegadores actuales están diseñados para el consumo"

Sanchan Saxena, responsable de producto de Teamwork Collection en Atlassian, explica en una entrevista con Zonamovilidad.es que esa intuición fue lo que motivó la adquisición: “Hoy, el 85% del tiempo que pasa un trabajador ocurre dentro del navegador. Sin embargo, los navegadores actuales están diseñados para el consumo, no para la creación. Nosotros queremos cambiar eso”.

En esta lógica, el navegador reconoce lo que el usuario está haciendo: preparar un informe, revisar un diseño o analizar métricas, y adapta la interfaz para facilitarlo. Los documentos recientes aparecen automáticamente, las herramientas relevantes se ordenan sin intervención manual y las notificaciones de reuniones o tareas se integran en una sola línea temporal. No hay cambio de aplicaciones, ni saltos entre ventanas: la información llega al usuario en el momento y el lugar adecuados.

La apuesta recuerda a una evolución silenciosa del concepto de “escritorio digital”: un entorno que no pretende sustituir los sistemas operativos tradicionales, sino que lo que busca es orquestarlos desde el navegador.

En busca del “browser para trabajar”

Atlassian, y más concretamente su CEO y cofundador Mike Cannon-Brookes como fiel usuario del sistema, llevaba tiempo observando esa tendencia. La empresa, responsable de herramientas como Jira, Confluence y Trello, entre otras, vive en el corazón del trabajo colaborativo. Pero hasta ahora, todas esas plataformas coexistían dentro del navegador sin hablarse entre sí. Con The Browser Company, el objetivo es distinto: integrar el propio navegador dentro del flujo de productividad.

“Queremos que Dia se convierta en el punto de partida para cualquier empleado. La primera aplicación que se abre cada mañana. Un espacio que entienda lo que haces y te ayude a hacerlo mejor”, señala Saxena.

El nuevo producto, que mantendrá la marca Dia, se concibe como un navegador “consciente” del trabajo. Según la hoja de ruta interna, las pestañas dejarán de ser un mosaico plano para convertirse en módulos activos, donde cada aplicación recordará el estado de la tarea o las interacciones previas. La inteligencia artificial añadirá una capa de memoria que conecta personas, documentos y decisiones, sin depender de buscadores ni de gestores de tareas externos.

“Imagina que tienes abiertas varias pestañas: tu correo, Confluence, Salesforce… y necesitas cruzar información entre ellas. Con el chat de Dia no tendrás que cambiar de pestaña: el sistema podrá entender el contexto y reunir la información necesaria por ti”, explica Saxena.

Atlassian estima que más del 85% de las operaciones corporativas transcurren hoy dentro de un navegador

El otro gran eje es la seguridad. Atlassian estima que más del 85% de las operaciones corporativas transcurren hoy dentro de un navegador, pero solo un 10% de las empresas utiliza navegadores diseñados con estándares de cumplimiento y administración empresarial. Con Dia, esa brecha se cierra: las funciones de gestión de permisos, cifrado y monitorización se integran directamente en el software, sin extensiones añadidas.

“Durante más de veinte años, Atlassian ha sido una compañía B2B en la que confían grandes organizaciones con información confidencial. Vamos a llevar esa misma confianza al navegador”, afirma Saxena. “Nuestro objetivo es ofrecer la mejor experiencia de usuario y, al mismo tiempo, un entorno seguro, con cifrado, control de permisos y cumplimiento normativo integrado”, defiende el directivo en una conversación con motivo de su evento anual Team Europe 25’.

Un cambio de paradigma sin obligar al cambio

“No queremos que la gente aprenda a trabajar de otra manera; queremos que lo que ya hace funcione mejor”

Miller insiste en que la clave del éxito de Arc, y ahora de Dia, ha sido no pedir al usuario que cambie sus hábitos. A diferencia de otros intentos de crear “sistemas operativos web”, The Browser Company no propone una ruptura, sino una transición natural. “No queremos que la gente aprenda a trabajar de otra manera; queremos que lo que ya hace funcione mejor”, resume.

Este es el principio que ha guiado su diseño: conservar el lenguaje visual de los navegadores tradicionales, pero dotarlos de capacidades de automatización, recordatorios y vínculos entre herramientas. Así, un diseñador que trabaja en Figma puede pasar a compartir archivos en Confluence sin abrir nuevas pestañas; un desarrollador puede revisar un ticket en Jira y encontrar de inmediato la documentación asociada. Todo ocurre dentro de la misma ventana.

Saxena coincide: “No queremos sustituir las aplicaciones que ya usas, sino que trabajen mejor juntas. Si utilizas Jira, Confluence o Figma, Dia conectará esas experiencias sin fricción. Pero si usas Salesforce, HubSpot o Canva, también funcionará igual de bien. El objetivo no es imponer un ecosistema cerrado, sino un espacio de trabajo universal”.

La visión de Atlassian: el navegador como extensión de la colaboración

Para Atlassian, esta adquisición es la extensión lógica de su misión corporativa: “desatar el potencial de cada equipo”. Si el trabajo moderno ya sucede en el navegador, tiene sentido que las herramientas colaborativas actúen como una parte orgánica de su estructura.

La compañía planea integrar sus productos más populares dentro de Dia, de forma que las tareas de Jira, las notas de Confluence o los tableros de Trello convivan con las aplicaciones externas de los clientes, desde Figma y Canva a Notion o Miro, bajo una experiencia coherente.

“Dia formará parte del paquete Teamwork Collection, junto con Jira, Confluence y Loom, porque queremos que cada equipo lo tenga disponible sin complicaciones adicionales”

Según Saxena, “Dia formará parte del paquete Teamwork Collection, junto con Jira, Confluence y Loom, porque queremos que cada equipo lo tenga disponible sin complicaciones adicionales”.

En esta visión, el navegador se convierte en el punto de unión entre la productividad personal y la coordinación colectiva. El correo electrónico, los chats, los documentos y los informes dejan de ser “islas” para convertirse en un ecosistema donde cada acción tiene continuidad.

Qué tecnología alimentará este nuevo entorno

El secreto del enfoque de The Browser Company está en la arquitectura que combina inteligencia artificial, organización contextual y memoria distribuida. Dia no busca reemplazar las aplicaciones existentes, sino interpretar lo que el usuario hace en ellas para ofrecer ayuda o contexto. Si se detecta que un usuario revisa una propuesta comercial, el navegador puede mostrar las versiones anteriores, los comentarios del equipo o los datos financieros relacionados, sin requerir búsquedas adicionales.

“El navegador debe entender qué estás haciendo, con quién trabajas y qué necesitas, para ofrecerte la información correcta en el momento adecuado”, explica Saxena.

En la práctica, se trata de dotar al navegador de algo que nunca tuvo: conciencia de contexto. Un sistema que “sabe” qué proyecto está en curso, con quién se colabora y qué tareas quedan pendientes. Todo ello sin salir del entorno donde transcurre el trabajo diario.

El movimiento también responde a una tendencia más amplia del mercado tecnológico: el intento de convertir el navegador en una plataforma productiva, no en una ventana pasiva. Microsoft ha dado pasos similares con Copilot en Edge, y Google lo explora con Gemini en Chrome, pero Atlassian añade un matiz: su foco no está en el consumidor general, sino en el trabajo en equipo.

“Nuestro propósito no es competir por la navegación general, sino por el futuro del trabajo”

“Estamos construyendo el mejor navegador para trabajar, incluso si no usas nuestras aplicaciones”, apunta Saxena. “Nuestro propósito no es competir por la navegación general, sino por el futuro del trabajo”, concluye.

Aun sin fechas oficiales, se espera que la integración de Arc y Dia en el ecosistema de Atlassian comience en 2026, coincidiendo con el inicio de su ejercicio fiscal. Hasta entonces, Miller y su equipo seguirán liderando el desarrollo desde Nueva York, manteniendo la independencia creativa que ha caracterizado a la compañía desde su fundación.

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