A pesar de la bajada en los beneficios, la facturación de Nokia entre enero y junio alcanzó los 11.569 millones de euros, un 3,11% más que en el primer semestre del año anterior. En este sentido, el negocio de redes móviles sigue liderando sus ingresos y crece además un 6,8% en términos interanuales, hasta los 5.190 millones de euros, mientras que los procedentes de infraestructuras caen un 2,42% hasta los 4.227 millones de euros.
Por su parte, el negocio cloud aumenta un 0,74% hasta los 1.501 millones de euros y el área de tecnología cae un 5,73% hasta los 576 millones de euros. Estas cifras reportan un beneficio operativo en el primer semestre de 900 millones de euros, casi un 2% menos que el año anterior con un margen operativo que se sitúa en el 7,8%, cayendo también frente al 8,2% de la primera mitad del año anterior.
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"A principios de año destaqué que empezábamos a ver signos de desafíos macroeconómicos que impactan en el gasto de los clientes y esto se ha intensificado hasta el segundo trimestre”, señala Pekka Lundmark, presidente y CEO de Nokia. “En la segunda mitad esperamos que esta tendencia siga impactando en nuestro negocio, lo que significa que en la segunda mitad del año se verán ventas netas similares a las de la primera mitad en infraestructuras y en redes móviles con algunas mejoras visibles en el cuarto trimestre”, apunta Lundmark.
Los resultados vienen afectados por la desaceleración en los mercados norteamericanos en los que la compañía cuenta con un alto margen. Esta caída no se ha podido ver compensada por la subida en las ventas de equipos 5G en otros mercados con bajo margen como la India. "El despliegue indio es extremadamente rápido en estos momentos y está claro que tendrá que haber moderación el año que viene", prevé el CEO de Nokia.
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