Modelo barra, fino si nos referimos al grosor, metalizado, ligero, lleva teclado abreviado pero con una botonera retroiluminada y de tamaño suficiente para quienes no gozan de vista de lince.
Dispuesto en tres áreas, cuenta con una pantalla de tamaño suficiente, teclado 4x3 alfanumérico y seis botones alrededor de un 
navegador multidireccional: los típicos de gestión de llamadas (yo creo que fundamentales en cualquier teléfono sea táctil o no), las teclas multifunción (su tarea viene descrita en cada momento en pantalla) y dos barras dobles: una para ir a la pantalla de inicio con un solo clic o al calendario y otra para atender el correo o rectificar.
En el lateral, acceso directo a la cámara, que en este modelo mejora la de su antecesor el E51 y sube hasta 3.2 Mpx, con flash de LED y opción de grabar vídeo (15 fps) o sacar fotos ayudados por un menú sencillo pero bastante aceptable en el que podemos elegir el modo de secuencia, el de escena, opciones de flash, etc.
Sobre el activador/obturador tres botones, dos para el volumen y otro central para los comandos y la marcación por voz. En este caso, y a diferencia de otros modelos de otras marcas, no hay que realizar pregrabaciones y nuestro amigo, ese que repite continuamente “no se han encontrado coincidencias”, aparece con menos frecuencia que hace unos años.
En la parte superior del Nokia E52, la entrada de jack de 3.5 para auriculares de sonido nos indica que disponemos de reproductor MP3 con programa de gestión de archivos, pero también de radio FM con sonido mejorado. Los altavoces son estéreo.
Y en cuanto a diseño, un detalle importantísimo: la tapa trasera se abre fácilmente y de forma lógica. Y lo digo porque, a veces, tardas más en intentar abrir un móvil que en realizar la prueba.
Desde el menú
Completamente personalizable en cuanto al tema, lo que queremos o no queremos ver en pantalla, la configuración de la barra de iconos, los accesos directos, etc. Además, dispone de una función que incorporó Nokia, hace ya algún tiempo, y que resultó ser novedosa y útil: el intercambio entre el modo personal y laboral con una sola pulsación; es decir, el efecto de tener dos teléfonos en uno o uno con dos personalizaciones completas, de forma que podemos alternar, por ejemplo, entre aquellas aplicaciones y servicios que usamos durante la jornada laboral y otra para nuestros ratos de descanso o fines de semana.
Teléfono de tercera generación, soporta un ancho de banda hasta de 3.6 Mbps, además de conectividad WiFi y Bluetooth estéreo (indispensable para escuchar música con cascos), lo cual le confiere otra característica importante, agilidad y flexibilidad a la hora de descargar aplicaciones de la tienda de Nokia (OVI), donde podemos encontrar cosas tan útiles o divertidas como ‘I parked here’, una aplicación que nos permite marcar dónde hemos aparcado el coche y de regreso al mismo, nos guía hasta él.
La pregunta podría ser cómo nos guía, pero es que el Nokia E52 lleva GPS asistido y la versión ‘3’ de mapas de Nokia integrado el cual ofrece navegación con brújula, visión inclinada de mapas, 3D, opción de guía por voz; vista satelital, mapa o terrestre, etc.
Herramientas
Pensado para trabajar, como toda la gama E de Nokia, el E52 ofrece todo tipo de herramientas de oficina, desde la posibilidad de visualizar presentaciones, hasta la de hablar de forma interna con todo el equipo a través de push to talk (función walkie) aunque, para disfrutar de esta posibilidad hay que contratar con el operador. Agenda, grabadora, diccionario, control remoto del ordenador, conexión a la Intranet, quick office, conversor de monedas y medidas, notas, lector de PDF o compresor zip, además de todas aquellas que consideremos para descargarnos de OVI Store.
La costumbre de no probar teléfonos de gama media (los fabricantes nos suelen mandar lo mejor de su porfolio), nos lleva a que un teléfono a simple vista ‘sencillo’ nos llame muchísimo la atención, es el caso del Nokia E52.
Si (
No(
