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domingo 01 de octubre de 2017, 11:02h

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Es cierto que LG nos tiene acostumbrados a lanzamientos sorprendentes que, normalmente, dan materia para escribir, bien por la innovación que llevan integrada, bien por las variaciones de diseño, bien por su pujanza en el mercado mundial del móvil y en esta ocasión, justo unos días antes de que España entre en modo vacaciones, ha lanzado el LG Q6, un smartphone que define como de “pantalla sin límite” y que llegará a las tiendas en la primera semana de agosto a un precio de 349 euros.

El por qué de su sobrenombre es algo que se aprecia en el momento en que lo cogemos entre las manos y vemos que tiene una pantalla de 5,5 pulgadas de diagonal, sin apenas marco; de forma que la ratio de pantalla es del 78% en proporción 18:9, con resolución 2160 x 1080 FHD+ (FullVision) y tiene una profundidad de píxel por pulgada de 480 ppp. Así mismo, reconoce fácilmente 10 toques simultáneos, detalle que nos acerca a su sensibilidad, y tanto el contraste como la brillantez y pureza en los 16 millones de colores que interpreta es muy correcta.

La intención de este formato, que también utiliza LG en sus paneles de gran tamaño, es que el comprador pueda disfrutar, más y mejor, de uno de los servicios que más se utilizan en los teléfonos en los últimos tiempos: el video y, por ende, la fotografía.

Pantalla, rendimiento y precio

Juno Cho, presidente de la división Mobile Communications de LG Electronics explicó que, con este Q6, lo que la empresa pretende es combinar en un solo dispositivo “tres aspectos tan importantes como son las características del segmento premium, un rendimiento excelente y un precio atractivo”.

En el interior del teléfono, tecnología Qualcomm; concretamente un procesador 435 de ocho núcleos asimétricos de 28 nm, LTE Ad Cat con un máximo de frecuencia de reloj de 1.4 GHz, 64 Bit, arquitectura ARM Cortex A-53 MPCore con 3 GB de RAM

Para saber si lo perseguido es verdad, probamos un modelo en negro noche, con trasera de cantos redondeados, marco metálico y superficie pulida pero no resbaladiza, por lo que el denominado ‘grip’ o agarre del teléfono resulta muy confortable. Además, el aspecto es de terminal resistente, al ir reforzados los siempre débiles laterales con aluminio serie 7.000.

Carente de lector de huella digital, sustituye la activación por un pequeño pulsador rectangular situado en el lateral derecho que enciende el teléfono y, entonces, nos encontramos una verdadera sorpresa…

A la hora de configurar por primera vez el Q6, el sistema nos pide, la habitual cuenta de Gmail asociada a los sistemas operativos Android (en este caso el último 7.1.1 Nougat), la clave de desbloqueo nos pregunta si queremos pasar contenido de otro móvil y si queremos utilizar el sistema de reconocimiento facial. Y es aquí donde hablamos de sorpresa porque tenemos que subrayar que se comporta con suma efectividad y que es la primera vez que probando este tipo de desbloqueo, el smartphone no ha fallado nunca.

Es más, una vez realizado el primer registro, que requiere solamente sostener el aparato unos segundos de frente, a la altura de los ojos, se puede acceder desde el menú de ajustes a la pestaña de pantalla>bloqueo>reconocimiento facial>PIN y mejorar el registro con varias tomas: en diferente iluminación, con gafas o sin ellas, con barba o lampiño. Así, al activar el teléfono y ‘reconocernos’, el mЧvil se abre directamente. Caso de que otra persona lo intente, aparece una alerta en la que se notifica que no reconoce la cara y se mantiene bloqueado.

El LG Q6 integra dos sensores, uno posterior de 13 Mpx y otro frontal de 5 Mpx con lente gran angular. La máxima resolución de video es full HD

Ya en funcionamiento y debidamente personalizado con la elección de tema, widgets, ajuste de la pantalla (opcional LG UI 4.0 para disfrutar de un diseño independiente para la pantalla de inicio y para la lista de aplicaciones), etc., nos encontramos con los iconos de Android y los propios de LG, rediseñados e insertados en cuadrados, de forma que la imagen resultante de la vista principal es ordenada y limpia.

Las aplicaciones de Google y las del fabricante vienen en sus correspondientes carpetas y, en esta última, se incluye el formato de ahorro de energía, el menú de uso de la batería, el LG Mobile Switch para pasar las aplicaciones de un teléfono a otro, el menú de aplicaciones, o el servicio RemoteCall para que un representante del fabricante coreano conecte de forma remota con el teléfono con el fin de ayudar al interesado.

Dentro de esa carpeta de LG vemos también una app denominada Smart Doctor, en la cual se constata el uso que hemos hecho del almacenamiento interno, de la RAM, o se puede probar si los diferentes sistemas y sensores integrados funcionan correctamente (WiFi, Bluetooth, sensor de proximidad, sensor de luz, acelerómetro, giroscopio y magnetómetro). Podemos pedir, en el mismo panel, que se optimice el teléfono para liberar memoria o un diagnóstico del mismo, tras el cual nos dará consejos del tipo “El teléfono no se ha apagado recientemente. Reinicie el teléfono con regularidad para ayudar a mejorar el rendimiento”.

No falta en la configuración por defecto el acceso a QuickMemo+, una opción que incluye LG desde hace varios años y que nos facilita la toma de notas rápidas y la edición de las mismas.

Multimedia

A la hora de hablar de las cámaras, tenemos que referirnos a dos sensores, uno posterior de 13 Mpx y otro frontal de 5 Mpx con lente gran angular. La máxima resolución de video es full HD y el software de fotografía entra dentro de lo convencional en gama media. Ni mucho, ni poco, lo justo, con detalles como modo panorámico o alimentos o HDR para las tomas con poca luz. Lo ideal, a la hora de realizar fotografías, es recurrir al modo automático, el cual, debido a la pujanza de Instagram, nos da opción de solicitar el formato cuadrado, directamente, para que el éxito de la toma en la red social sea total y más fácil de subir.

Sobre el sonido, comentar que lleva los altavoces discretamente dispuestos en la trasera y que se escuchan bien, aunque el sistema de audio es convencional y un tanto metálico al oído. La transmisión de voz es correcta y dispone de sistema de cancelación de ruido.

Qualcomm Snapdragon 435

En el interior del teléfono, tecnología Qualcomm; concretamente un procesador 435 de ocho núcleos asimétricos de 28 nm, LTE Ad Cat con un máximo de frecuencia de reloj de 1.4 GHz, 64 Bit, arquitectura ARM Cortex A-53 MPCore con 3 GB de RAM (conviene recordar que el iPhone, hasta el año pasado sólo tenía 1 GB de RAM) y 32 GB ROM. El procesador gráfico es Adreno 505, lo cual le aporta una calidad gráfica considerable al terminal.

La misma empresa de San Diego se encarga del MODEM (X9 LTE) y, en general de todo el sistema de conectividad, de forma que ofrece LTE Ad Cat 7 (300 / 1000 Mbps), WiFi (802.11 b,g,n), Bluetooth 4.2, NFC, USB Tipo B 2.0. (una lástima que no lleve ya el reversible tipo C), pero si dispone de sistema de carga rápida de una batería de 3.000 mAh no extraíble.

Si Bosch, QIT, ROHM y AKM ponen los sensores más arriba mencionados, no hay que dejar de comentar que uno de estos, cuenta los pasos que caminamos, un detalle que agrada a quienes les gusta conocer su rendimiento físico diario.

En definitiva y para quien lleva mucho tiempo probando teléfonos, no deja de sorprender que tecnología que caracterizaba a los grandes, ahora la encontremos, sólo un par de años después, dispuesta en gama media. Y es que, si LG es sinónimo de garantía, la integración que han dispuesto en este smartphone sólo puede serlo de buena compra, es decir: buena imagen, buen acceso a Internet, buen agarre, gestión fluida, sonido correcto, y diseño agradable… juzguen ustedes mismos la inversión.

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