Los vehículos autónomos funcionan gracias al uso de un gran número de sensores y gracias a la conexión en tiempo real entre ellos, las personas, las ciudades y todo tipo de cosas que será posible con la llegada del 5G, el desarrollo de las Smart Cities y del Internet de las Cosas.
La eficiencia de los coches autoconducidos depende de una gran cantidad de factores, pero todos ellos se están desarrollando a menor o mayor escala. Sin embargo, hay dos factores que, a priori, las compañías y el consumidor no había tenido en cuenta para los coches del futuro.
En primer lugar, el tamaño de las llantas. Según una investigación de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA), el tamaño de las llantas afecta a la eficiencia energética de los vehículos enchufables, es decir, a la autonomía de los coches eléctricos. El estudio concluye que el consumo del vehículo (se utilizó un Tesla Model S) puede aumentar hasta un 23% por cada dos pulgadas de llantas que se aumente.
Ahora se sabe, además, que el color de la carrocería del vehículo afecta al correcto funcionamiento de los coches autónomos. No es que los sensores de éstos sean daltónicos, pero casi.
Según un estudio publicado por el fabricante estadounidense de pinturas PPG, el color elegido para los vehículos incide de manera directa en las señales emitidas por los sensores. De esta manera, los autos pintados en negro y gris absorben mucha más luz que los blancos o los pintados en tonos claros; algo que interfiere en la forma en que las señales infrarrojas emitidas por los sensores de los coches autónomos son devueltas.
Nuevos problemas de seguridad vial
En esta línea, la compañía señala en su estudio los problemas de seguridad que esto puede suponer, puesto que si los vehículos con colores oscuros son menos visibles para los coches autónomos aparecen nuevos problemas de seguridad vial y para la comercialización de los automóviles, ya que, por ejemplo, en España, los negros y grises son de los más vendidos.
La gente compra los coches según su aspecto y diseño” es fundamental preservar los distintos tonos de color, ha defendido David Bem, director de tecnología de PPG
Teniendo en cuenta que “la gente compra los coches según su aspecto y diseño” es fundamental preservar los distintos tonos de color, ha defendido David Bem, director de tecnología de PPG.
Ante estos problemas, la compañía ha aprovechado para presentar en el Salón de Detroit una pintura que incorpora una capa específica en el acabado que permite reflejar las señales de los sensores antes de que sean absorbidas por las pinturas oscuras.
Durante la presentación, Bem señaló que, si el color de los coches en el futuro es de tonos claros, entonces los costes de la tecnología automotriz serían menores, ya que se requerirían menos sensores.
Estas ideas las confirma la competencia de PPG, y es que el gerente de marketing de color a nivel global de Axalta Coating Systemas ha señalado que “cuando probamos los colores, nos dimos cuenta de que los altamente reflectantes son más fácilmente detectables por los sistemas LiDAR”.
La importancia de la innovación en la pintura
Además del color, las compañías de pintura tendrán que adaptar sus productos para ayudar a los autos conectados a evitar la acumulación de suciedad, ya que puede incidir en el correcto funcionamiento de los sensores, dar señales falsas y, en última instancia, crear problemas de seguridad.
“Todo el diseño del vehículo debe ser fundamentalmente diferente”, ha asegurado durante la feria Samit Ghosh, CEO de la firma de consultoría e ingeniería automotriz P3 North América
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