Prueba LG Optimus One. El mayor de la familia

Lo que vemos El teléfono, diseñado en pasta negra y metal formando un ligero dibujo asimétrico lateral, en concepto Yin/Yan, dispone bajo la pantalla de tres pulsadores, uno de ellos doble que o bien nos lleva a la ‘home’ o retrocede la última acción realizada. A la derecha, un buscador universal, un bien preciadísimo que nos ayuda a encontrar en segundos cualquier término que pueda estar bien dentro del teléfono (contactos, notas, etc.) bien en Internet o en un mapa (calle, ciudad...). Y a la izquierda, el cajón de los secretos ¿Qué queremos decir? Pues que si bien el Optimus One es un móvil con sistema operativo Android 2.2 o Froyo, lleva la interfaz ligeramente modificada y adaptada por el fabricante. Así, tiene hasta siete pantallas de inicio personalizables con Widgets, temas, aplicaciones, fondos o accesos directos, pero tanto la banda baja –de diseño cóncavo- como la superior, permanecen estables y mantienen visibles los iconos de: llamada, contactos, mensajería, navegación, batería, hora y notificaciones; en el centro de la barra inferior, destaca el submenú de aplicaciones. Sin embargo, a diferencia de otros móviles similares, si mantenemos el dedo sobre la pantalla no nos da opción ninguna. Todas las que tenemos están bajo el abrigo de la tecla ‘cajoncito’ antes mencionada. Por tanto, desde cualquier punto de inicio, si pulsamos esta tecla, nos da la posibilidad de cambiar el fondo (por fondos animados, por una foto personal o por las que vienen de serie), de añadir elementos nuevos que nos faciliten las cosas, ir a los ajustes de inicio, realizar una búsqueda con Google, ver las notificaciones (y la barra de gestión de conexiones) o modificar los ajustes generales. Bajo la carcasa Cuando le damos la vuelta y retiramos la carcasa (introduciendo la uña en la pestaña y tirando) vemos claramente tres elementos claves: uno, el objetivo de una cámara de 3 Mpx. que no lleva flash ni disparador físico, aunque sí un software de fotografía bastante completo el cual, entre otras cosas, nos deja seleccionar escenas nocturnas e interiores, de forma que la máquina prepara automáticamente las condiciones de luz. Dos, la ranura para la tarjeta externa de memoria, micro SD, que complementa los 170 MB de almacenamiento interno (soporta tarjetas hasta de 32 GB) y tres, la batería de 1.500 mAh –uno de los puntos clave del teléfono- que dura hasta 700 horas en espera u 8 horas en conversación. Pero además, si levantamos la pila, junto a la cuna de la SIM, vemos la etiqueta de identificación del terminal. Por lo demás, un chasis metálico que guarda la placa base y, entre otras muchas cosas, un procesador de 600 MHz. Entre amigos Y ¿qué puede perseguir un fabricante al instalar una batería tan potente en un terminal cuyas características no lo sitúan entre ese grupo de privilegiados que los americanos llamarían ‘cutting edge’ (punteros)? Pues, seguramente, permitir a sus clientes ir permanentemente conectados, ya que este LG viene optimizado para: el uso de redes sociales con aplicaciones específicas preinstaladas para Facebook, Twitter, etc.; chatear a través de Google Talk; realizar un uso intensivo de vídeo (You Tube); compartir fotos (álbumes Picasa) o navegar tanto por la Red como físicamente (en coche o andando) con ayuda del GPS asistido y del programa Navigation. Hay que recordar que tanto la aplicación de Twitter como la de Facebook para Android están recientemente actualizadas y adaptadas a los móviles y su eficacia y facilidad de uso son notables. Por supuesto, cualquier otra red social que ya tenga su aplicación preparada se puede descargar del App Market. Conectividad En términos de conectividad, el nivel del One es mucho más que aceptable. Si hablamos de redes celulares, tenemos que referirnos a un terminal HSDPA que soporta un ancho de banda hasta de 7.2 Mbps y utiliza para la transferencia de datos sistema GPRS clase 10 con 5 slots disponibles (4+1/3+2 de subida y bajada). Si de acceso a través de ADSL, podemos conectarnos con nuestro router de casa, de la oficina o público utilizando tecnología WiFi 802.11 b/g. Hay que destacar a este respecto que permite lo que los técnicos llaman Tethering o lo que es lo mismo, el uso del Optimus como concentrador, puente o hot spot para que otros dispositivos puedan acceder a la red a través suyo. Vincular los aparatos no presenta mayor dificultad (ajustes > conexiones inalámbricas > anclaje a red y zona WiFi). Para el uso de los satélites, A-GPS, sistema asistido y acelerado de posicionamiento en dos fases (Almanac y Ephemeris); en la primera se realiza una aproximación buscando tanto los satélites que tenemos sobre la cabeza como las estaciones base de telecomunicaciones (WiFi en algunos casos, celular en la mayoría); un servidor gestiona y conserva esa información. La segunda son las coordenadas exactas que llegan de los satélites. En el capítulo de redes personales (vinculación de cascos, altavoces, relojes, terminales, etc. para uso propio e inmediato) Bluetooth 2.1 con A2DP (dos canales para sistemas estéreo). Por supuesto, no podemos olvidar los cables: microUSB/USB para enchufar el One a un ordenador o cascos con jack de 3.5 (convencionales). En definitiva, un teléfono con todo, con todo bueno, incluso el precio, aunque no vaya por la vida, o más precisamente por los escaparates, de rompedor, sino de útil.

Aplicaciones Frozen Yogurt (Froyo)

El LG Optimus One lleva sistema operativo Android 2.2 (Froyo), el más avanzado que se ha publicado hasta el momento y que nos permite cosas como la creación de la zona WiFi o la navegación en Internet o en ‘Maps’ por voz. Como base del sistema, lo que técnicamente se denomina un compilador Just-in-time cuya misión es incrementar drásticamente la velocidad de ejecución (de dos a cinco veces). Así mismo, opera Java más rápidamente y soporta Flash 10 para ver correctamente, entre otras cosas, vídeos integrados en las páginas web. La última recomendación: pasear por la tienda de aplicaciones. Allí nos podemos descargar miniprogramas para seguir la liga, un espejo, software de realidad aumentada, la programación de la tele actualizada o algo que nos ayude a saber dónde aparcamos el coche la última vez. Las cosas más inverosímiles, útiles o divertidas que nos podamos imaginar.