La 5G y el FTTH llegan ya a la mayoría de los europeos
Europa ha registrado su mayor esfuerzo inversor en cuatro años, alcanzando los 52.500 millones de euros en gasto de capital (CapEx) en 2020. Gracias a este esfuerzo, la cobertura de FTTH ha superado el 50% por primera vez en 2021, y ahora llega al 51,6% de los hogares europeos.
Solo el 7,4% de los abonados utilizan la 5G en 2021.
Del mismo modo, la proporción de europeos a los que llega la 5G se ha duplicado, pasando del 30% en 2020 al 62% en 2021. Sin embargo, la adopción es actualmente baja, ya que solo el 7,4% de los abonados utilizan la 5G en 2021, y se prevé que aumente al 18% en 2022.
A pesar de los esfuerzos de inversión, Europa sigue a la zaga de sus compañeros mundiales, ya que la cobertura de la población con 5G alcanza el 93,1% en Estados Unidos y el 93,9% en Corea del Sur. Esto se refleja en el CapEx per cápita, que es de 96,3 euros en Europa, frente a 191,9 euros en EE.UU. y 115,4 euros en Corea del Sur.
Ingresos, captación y fragmentación: el debilitamiento de un sector estratégico
El ritmo relativamente lento de la inversión en redes estratégicas de 5G y fibra se refleja en una posición financiera y de mercado más débil en comparación con sus pares mundiales. Las telecomunicaciones europeas, debido a la regulación y a la falta de un mercado único, siguen estando muy fragmentadas, ya que en Europa operan 38 grupos de telecomunicaciones con más de 500.000 abonados, frente a los 7 de Estados Unidos, los 4 de Japón y los 3 de Corea del Sur.
Asimismo, los ingresos de las telecomunicaciones europeas -que están muy reguladas- son más bajos: en 2020, el ingreso medio por usuario (ARPU) de telefonía móvil fue de 14,4 euros en Europa, frente a 37,9 euros en EE.UU. y 25 euros en Corea del Sur. El lado de la demanda también es más débil: el uso medio de datos móviles en 2020 fue de 8,52 GB en Europa, frente a 10,62 GB en EE.UU. y 12,52 GB en Corea del Sur.
Aunque hay excepciones, el sector europeo de las telecomunicaciones en general muestra una caída del ratio EV/EBITDA, un aumento del ratio deuda neta/EBITDA y un rendimiento inferior sostenido en los mercados bursátiles.
La pandemia impulsa el auge de los hábitos de vídeo
Si nos centramos en Europa, la pandemia ha acelerado drásticamente una serie de tendencias en las telecomunicaciones. Las plataformas de vídeo en streaming y las videollamadas OTT -especialmente para las empresas- están impulsando el aumento del tráfico.
Europa puede contar con 19 ofertas de edge cloud lanzadas en 2021.
El tráfico de datos fijos por conexión fue de 191 GB/mes en 2019, mientras que en 2021 fue de 293 GB/mes (+53% en comparación con la prepandemia) y se espera que llegue a 454 GB/mes en 2023. El tráfico de datos móviles por conexión fue de 4,5 GB/mes en 2019, en cambio en 2021 fue de 8,5 GB/mes (+90% en comparación con la prepandemia) y se espera que alcance los 16,2 GB/mes en 2023.
Se aceleran los esfuerzos de innovación y ecologismo
Los datos del informe muestran que las telecomunicaciones están invirtiendo cada vez más en la innovación de redes y servicios. Europa puede contar con 19 ofertas de edge cloud lanzadas en 2021, frente a 10 en Norteamérica y 25 en Asia-Pacífico.
La venta de soluciones de seguridad por parte de las telecos europeas también se está convirtiendo en algo tangible, ya que los ingresos minoristas por seguridad de los operadores alcanzarán los 3.000 millones de euros en 2021 y se espera que suban a 4.000 millones de euros en 2025 (Europa Occidental). También se confirma el crecimiento del IoT, ya que se espera que las conexiones activas del IoT alcancen los 353.000 millones en 2023, frente a los 180.000 millones de 2020.
Mientras tanto, los esfuerzos para reducir la huella de carbono del sector se están mostrando: en 2020, el 75,3% del total de la energía utilizada por los miembros de la ETNO procedía de fuentes renovables, frente al 60,4% en 2017. Del mismo modo, las emisiones de CO2e de los miembros de ETNO en Europa fueron de 2,77 kTonne, por debajo de las 4,67 kTonne de 2017.
Paralelamente, el informe revela que las empresas de telecomunicaciones están trabajando con la industria vertical para permitirles reducir drásticamente su propia huella mediante la adopción de soluciones digitales.