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Jordi Meya, director de la Unidad de Negocio de Technology de Nae
Jordi Meya, director de la Unidad de Negocio de Technology de Nae

Operación nectarina

Por Firma invitada
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infozonamovilidades/4/4/18
domingo 13 de marzo de 2022, 09:00h

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Terminado el Mobile World Congress todos esperábamos una semana de resúmenes y análisis en profundidad sobre lo que se habló -y lo que no- en el evento, pero todo saltó por los aires el martes cuando se confirmó la noticia que Orange y MÁSMÓVIL han pactado una fusión de ambas compañías en España.

El sector de las telecomunicaciones es pequeño, por lo que era evidente que una operación de consolidación del mercado se estaba gestando entre los grandes actores. Pero la fórmula final no estaba nada clara, ya que había varias alternativas, todas posibles y con sentido.

Una larga historia

Orange y MÁSMÓVIL tienen una larga historia de acuerdos, pero para hacer las cosas simples, actualmente, hay dos grandes ámbitos que les unen.

Por un lado MÁSMÓVIL (incluyendo todas sus marcas como Yoigo, Pepephone, Lebara, Lyca, Llamaya y un largo etcétera) que, a pesar de tener espectro radioeléctrico, no tiene una cobertura móvil en toda la geografía española y usa la red móvil de Orange dónde no llegan sus antenas, mediante un acuerdo de ‘roaming nacional’. Considerando que MÁSMÓVIL (Yoigo) tiene 6.000 emplazamientos y Orange tiene 20.000; es fácil adivinar que una parte no menor del tráfico móvil de MÁSMÓVIL viaja por la red de Orange (y le supone un importante ingreso mayorista).

Tanto Orange como MÁSMÓVIL siguen ejecutando planes de despliegue FTTH para cubrir gran parte del territorio

Por otro lado, hace ya varios años que ambas compañías firmaron un acuerdo de despliegue de fibra y coinversión, por lo que hay bastantes pueblos y ciudades donde solo desplegaba una compañía y comercializaban ambas sobre la misma red. Y tanto Orange como MÁSMÓVIL siguen ejecutando planes de despliegue FTTH para cubrir gran parte del territorio.

A nivel de clientes, la suma de ambas compañías las situará con más de 7 millones de clientes de banda ancha fija, por encima de los cerca de 6 millones de Telefónica y los 3 millones de Vodafone. En el ámbito móvil también estarán en primera posición con más de 27 millones de servicios móviles (por los 18,5 de Telefónica y los 13,5 de Vodafone).

Por tanto, una fusión de ambas compañías implicará una concentración del mercado muy importante, que debería permitir reducir la guerra de precios que existe en el sector y que podría beneficiar, sobre todo, a Telefónica, ya que reducirá su presión, tanto en el segmento premium como en el low cost, donde tuvo que lanzar O2 para defenderse.

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Impactos colaterales

Uno de los puntos más relevantes a resolver durante los próximos meses serán las medidas que pongan las autoridades de competencia, por tratarse de un mercado regulado mediante los denominados remedies. Por ejemplo, cuando Orange compró Jazztel se vio obligada a vender una parte de la red de FTTH a un precio muy bajo a MÁSMÓVIL, facilitando el crecimiento de la compañía como el cuarto operador en un mercado como el español, donde se requiere de una oferta convergente fijo más móvil. Si las autoridades de la competencia imponen unos remedies muy exigentes a la operación parece claro que la deseada reducción de la competencia que esperan los grandes operadores no sucederá.

Retos

Si damos por supuesto que la operación va hacia delante, la nueva compañía tendrá muchos retos por delante. Estos son algunos de ellos:

Marcas

Entre ambas sociedades tienen más de 20 marcas comerciales que se posicionan en diferentes segmentos, pero obviamente se solapan entre ellas, por lo que hay que pensar en una simplificación que, sobre el papel puede parecer sencilla, pero es compleja en la ejecución, pues la base de clientes es extensa, con muchos servicios, paquetes y ofertas comerciales que hay que mapear y migrar. Y no hablemos de la simplificación de los canales de distribución, desde tiendas y canales indirectos a plataformas online.

Sistemas

Tanto Orange como MÁSMÓVIL tienen un largo recorrido de integración de otras compañías, algo casi intrínseco del sector, pero que ha supuesto, y supone, un reto enorme en lo que se refiere a la integración y en cómo hacer convivir la necesidad de velocidad en el lanzamiento de nuevos servicios y mejora de la experiencia de los usuarios. Las integraciones de sistemas han sido históricamente el mayor dolor que han sufrido los operadores, causando estragos en la planificación de las sinergias previstas cuando ha habido adquisiciones y retrasos en lanzamientos de productos y nuevos negocios.

Red

Ambas compañías ya tenían muchos negocios cruzados, no hay mucho solapamiento y, por tanto, no supondrá un reto enorme de migración de clientes, aunque sí que tendrán sinergias a ejecutar en la red móvil y podrán eliminar duplicidades, así como ver qué hacer con las frecuencias.

Oportunidades y cierre

En cualquier caso, es un movimiento que el sector necesitaba y que brinda muchas oportunidades para asegurar que se mantenga o crezca el nivel de inversión en las infraestructuras digitales que, como se ha visto tanto en la pandemia como en la actual crisis de Ucrania, son absolutamente fundamentales para la sociedad. Y todo ello con todas las miradas puestas en las autoridades de la competencia, que tendrán un papel fundamental tanto en esta operación cómo en el futuro del sector en Europa.

Autor: Jordi Meya, director de la Unidad de Negocio de Technology de Nae

¿Qué pasa con Vodafone?

La tónica general en el sector es que la operación deja en una posición muy compleja a Vodafone, ya que tras no cerrar la operación con MÁSMÓVIL del año pasado y quedarse fuera de esta, ahora tendrá dos rivales más fuertes.

Pero también podría ser la oportunidad para repensar completamente la marca en España, que sigue teniendo una muy importante base de clientes. La estrategia pasaría, no obstante, por una transformación radical hacia una organización lean, acelerar la monetización de las infraestructuras fijas antes que pierdan más valor y poner en valor su posición fuerte en el móvil en un mercado que debería ser menos competitivo, mediante algún tipo de movimiento con Digi o con Avatel, ambas con un crecimiento de clientes muy importante, pero que no cuentan con red móvil.

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