Ericsson anunció el 24 de febrero que detenía sus suministros a Rusia tras la invasión de Ucrania, pero ahora la compañía ha dado un paso más y ha anunciado que suspende todas sus operaciones.
"A la luz de los recientes acontecimientos y de las sanciones de la Unión Europea, la compañía suspenderá todas sus actividades afectadas con clientes en Rusia indefinidamente", explica Ericsson.
En este sentido, la compañía asegura estar “comprometida” con los clientes y socios afectados, pero asegura que su prioridad es “centrarse en la seguridad y el bienestar de los empleados en Rusia”, cerca de 600 profesionales que operan en el país para la compañía europea a los cuales mantendrán dados de baja remunerada.
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Provisión de 80 millones de euros
Para afrontar el cierre de las operaciones en el país, donde ya no hacía envíos pero mantenía conversaciones con clientes locales, Ericsson ha tomado la decisión de hacer una provisión de 900 millones de coronas (unos 88 millones de euros) en el primer trimestre del año por deterioro de activos y otros costes excepcionales que tendrán un impacto en el flujo de caja de la marca, que presentará sus resultados económicos el próximo 21 de abril.
La compañía tiene un negocio reducido en Rusia, un mercado que no representa ni el 2% de los ingresos totales de la firma, pero donde es un importante proveedor de MTS, el mayor operador del país, y de Tele2, el cuarto del mercado.
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