De la misma forma, el 39% de los padres cuyos hijos pre adolescentes no tienen un móvil dicen que considerarían comprarle uno, mientras que al menos el 50% de estos considera que la edad para iniciarse en el mundo de los smartphones y las tabletas es entre los 8 y los 13 años., aunque el 45% señalo un margen de edad entre 14 y 18 años. Sólo el 5% consideró que los niños menores de 8 años deberían poseer su propio dispositivo.
Y aunque los padres parecen muy proclives a proveer acceso a las nuevas tecnologías a sus hijos, el 39% señala que estos han llamado a sus contactos sin su permiso, y el 36% revela que han descargado aplicaciones también sin su consentimiento. La perdida o deterioro de los dispositivos es por ahora lo que menos ha ocurrido entre los encuestados, pues sólo el 22% ha visto su móvil en malas condiciones desde que se lo deja a los niños.
La encuesta fue realizada en Estados Unidos a unas 1300 personas y tenía también el objetivo de conocer qué tan valorada era la marca del procesador dentro de un dispositivo móvil. El estudio arrojó que más de la mitad de los usuarios, 53%, considera importante conocer qué procesador da potencia a los equipos que pretende comprar. En los últimos meses Snapdragon de Qualcomm se ha posicionado como líder del mercado aunque rivales como Samsung se acercan de forma importante a este mercado, en donde los promotores del estudio tienen más de 420 modelos de smartphones y tabletas certificados con su tecnología.