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Los periodistas debemos reaccionar al unísono y evitar la humillación

Los periodistas debemos reaccionar al unísono y evitar la humillación

Por Pilar Bernat
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pbernattelycom4com /7/7/16
viernes 02 de noviembre de 2018, 17:00h

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Nada tiene de raro tener que escribir en un avión, aunque es menos común hacerlo regresando de una presentación, pasar por casa para poco más que cambiar el equipaje y marcharte a una feria de la que, en cuanto vuelvas, te olvidaras para viajar al encuentro sectorial por excelencia. ¡Nos come el tiempo!

Pero esa es la vida de un periodista, empezar el día centrado en un tema que te llega a obsesionar como es, hoy, por qué en un país al que le ha costado tanto que le reconozcan ser democrático y al que con fuego interno se bombardea todo el día, un presidente del Gobierno al que nunca ha votado nadie y retorció el concepto de democracia parlamentaria para alzarse en su ego-trono, mintiendo al asegurar que convocaría elecciones, ahora da órdenes a una ministra muy dudosa de tener cualquier tipo de pundonor para que el poder ejecutivo mediatice las acciones del poder judicial (en aras de sus intereses personales y partidistas) y de esta forma, en España volvemos a dejar claro que Montesquieu nada tiene que ver con nosotros. Luego comer con otra inquietud como es la configuración de Amazon Alexa y cenar revisando las cifras del día.

Puede que, entre media, tengas varios teléfonos, el 90% chinazos, chinos y chinitos y que te preguntes cómo consiguen fabricar determinadas máquinas con determinados precios. Y preguntas. Y te responden. Y aseguran que lo consiguen retirando todo gasto ‘superfluo’ de la cuenta de resultados como -según consideran ellos-, “la publicidad”.

Entonces te das cuenta de que esa moda de retirar lo que ellos denominan ‘superfluo’ nos lleva a consecuencias poco deseables

Sí, la publicidad. Entonces te das cuenta de que esa moda de retirar lo que ellos denominan ‘superfluo’ nos lleva a consecuencias poco deseables. Y es que, por muchas simpatías o admiración que nos genere un fabricante, su equipo y sus productos -que muchos nos las genera-, determinadas respuestas te llevan a determinadas reflexiones y a tomar determinadas medidas.

Veamos: cada día, en Telefonía y Comunicaciones / Zonamovilidadse reciben más de 200 correos de empresas y agencias que en las más diversas formas, nos envían textos de marketing para que escribamos sobre sus productos. ¿Alguien se ha parado a pensar el tiempo que nos pasamos leyendo esos 'mails' y el valor del mismo? Para ellos, puede ser superfluo, pero para nosotros no lo es.

Los medios llamémosles ‘decentes’ y con ellos sus plantillas, sufren, sufrimos, una situación desde hace tiempo insostenible con los vaivenes del periodismo digital y las imposiciones de los GAFA; lo cual invita a que se acentué la falta de objetividad necesaria en cualquier país libre y democrático (repito, si es que lo somos) porque el cliente o el mecenas si no obliga, crea simpatía y eso marca la pluma.

Así mismo, agencias y digitales poderosos, los menos ‘decentes’, se inventan rankings basados en contubernios escandalosos para llevarse el gato al agua (algo que algún día un fiscal bien informado debería mirar y si no, cuando menos, los órganos de competencia) y coaccionan a los empresarios para obligar la inversión a cambio de no hablar mal de ellos, de sus productos o empresas, comprando seguidores y tráfico fantasmal para convencer al que no sabe de lo obvio o buscando las mil tretas para aumentar el click y explicar a base de anglicismos intraducibles que tenemos que sobrevivir y que como hay que hacerlo a costa de alguien, la víctima propiciatoria es quien no supera el dominio del algún algoritmo programado al efecto. Hace pocas semanas tuve intención de denunciar a una agencia por acoso, ya que diariamente me presionaban con el único fin de que comprara tráfico para satisfacer SUS compromisos. También los hay -empresas y agencias- que olvidan (intencionadamente) que los menores en este país deben estar escolarizados y no trabajando (cuestión de ley y no del gusto de los padres que viven de ello).

Hace pocas semanas tuve intención de denunciar a una agencia por acoso, ya que diariamente me presionaban con el único fin de que comprara tráfico para satisfacer SUS compromisos.

Pero ojo, una sociedad desinformada y regida por el ‘social media’ es una sociedad ignorante, vacía y falaz; manipulable, por tanto, populista y, a todas luces vana; la cual, sin saberlo, se dirige hacia un destino condicionado por intereses, quien sabe si deseables (probablemente no) del que luego nunca podrá escapar.

La cuestión es saber si realmente ya es tarde y nunca hablará la actualidad, aunque algún día si lo haga la historia y por eso, hemos decidido tomar medidas: a pesar de que determinadas empresas consideren que la publicidad es un gasto superfluo, los medios, los periodistas, debemos dar valor a nuestro tiempo y alguien nos debe pagar por ello. Es cuestión de respeto, de cerrar una brecha que se abre sin parar y que nos lleva a una especie de esclavitud mediática que la propia ciudadanía no debería tolerar.

Por eso, salvo clientes reconocidos, todos esos mails con contenidos 'superfluos' que nos insisten que publiquemos, tendrán un coste. ¿Bajo? Sí, pero algo con lo que nos sintamos recompensados o, al menos, no humillados.

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