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Por Pilar Bernat
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pbernattelycom4com /7/7/16
sábado 08 de julio de 2017, 16:00h

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Resulta difícil ser español, amante de la tecnología, objetivo y no reconocer el esfuerzo de diseño, innovación y relación calidad/precio que, el nunca suficientemente bien ponderado equipo directivo y profesional de Bq ha realizado; y, realmente, después de años de probar sus productos hemos de reconocer que éste Aquaris X que ahora escrutamos es el que más nos ha gustado porque se percibe una clara evolución, especialmente en diseño.

Empecemos por lo que menos nos ha llamado la atención para luego podernos explayar. Y es que, cargado con el último sistema operativo de Android, el Nougat 7.1.1, la interfaz de usuario, no coincide plenamente con nuestros gustos, pero ya se sabe que ésta es una cuestión muy personal; y es que, a veces se agradece disfrutar de ciertas personalizaciones predeterminadas y otras configurables que en los Google casi puros no se encuentran. Eso sí, se puede modificar el tamaño de la letra, que en determinadas circunstancias de luz y de vista se agradece bastante.

Bien por el nuevo diseño

Por lo demás, un diseño cuidadísimo con cuerpo metálico de bordes redondeados y laterales tallados en los que ajusta perfectamente una pantalla con cubierta de cristal Dinorex de 2.5D de tecnología LCD IPS LTPS, multitáctil capacitiva de diez puntos de toque (claramente detectados) la cual interpreta 16,5 millones de colores mediante tecnología Quantum Color+.

El Bq Aquaris X integran un Qualcomm Snapdragon 626 de ocho núcleos asimétricos, a 2.2 GHz, fabricados en 14 nm, asociado a un MODEM LTE Cat 7

En la trasera, el fabricante incorpora el sensor de huella digital, un imprescindible hoy en el mercado de la telefonía móvil; ya que, más allá de activar el móvil sin contraseñas, combinado con tecnología de transmisión de datos por aproximación de campo (NFC), permite realizar pagos, interactuar con aplicaciones, con sistemas bancarios, etc. Por supuesto, el nivel de seguridad también cuenta.

Según las pruebas realizadas al móvil, las primeras versiones de test parecen equipar un procesador Snapdragon 625; pero los dispositivos ya comerciales integran un Qualcomm Snapdragon 626 de ocho núcleos asimétricos, a 2.2 GHz, fabricados en 14 nm, asociado a un MODEM LTE Cat 7 en descarga (300 Mbps) y Cat 13 en subida (150 Mbps), en las redes de operadores y sitios donde se soporta la agregación de bandas. El modelo 626 lleva una mejor implementación de antena con el fin de que la recepción sea óptima en sitios de mucha congestión y realiza una mejor gestión de la batería. Como detalle hay que señalar que la popular gama de procesadores 6XX de los de San Diego, pensada para situar los terminales de gama media en el límite de la gama superior, se ha implementado en más de 400 modelos de teléfonos en el mundo.

Cámara de grandes posibilidades

La cámara trasera, con sensor de Sony (IMX298) de 16 Mpx que impacta sobre píxeles de 1.2um y seis lentes montados, se sitúa en el ángulo superior izquierdo en un espacio claramente designado con flash de LED de doble tono, para, entre otras cosas, evitar los ojos rojos en las tomas. Otras características reseñables son la apertura focal f/2.0, el auto enfoque por detección de fase (PDAF), la grabación de video en 4K, estabilización de video (Vidhance)

Slow Motion (720p@120fps), la incorporación de tecnología HDR y tomas especialmente para con un toque preparar la cámara para capturar paisajes, tomas nocturnas, atardeceres, movimiento, cámara lenta, time lapse, fotos panorámicas, etc.


La toma se puede ver en vista previa y acceder a ella directamente desde la cámara; pero, tal y como comentábamos antes, este Aquaris X es, prácticamente un Android puro y, por tanto, no hay álbum sino directamente remite a la aplicación fotos de Google, donde se guardan copias de seguridad en la nube, de forma que no tenemos por qué recargar los 32 GB de memoria interna (en los que va instalado el sistema y las aplicaciones) que ofrece este teléfono Bq.

La cámara frontal, por su parte, dispone de un sensor Samsung y tres lentes, modo belleza y flash delantero.

Además

Otro aspecto que no se puede olvidar es el sonido, Dolby Atmos reforzado por una caja de sonido especialmente diseñada para reforzar sus bondades. Además, radio FM, cancelación de ruido, dos micrófonos dedicados, Bluetooth 4.2 AptX y conectividad WiFi de doble banda.

En definitiva, se trata de un teléfono que difícilmente puedes creer que baje de los 300 euros y que, indudablemente, se puede recomendar como opción de compra.

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