En septiembre del año pasado, el grupo saudí anunció su entrada en Telefónica con la compra del 4,9% del capital y una opción de compra del 5% encargada a Morgan Stanley, lo que sitúa a STC con un posible 9,9% de las acciones. Ahora, los saudíes siguen mirando posibles operaciones en todo el continente europeo y son precisamente nuestros vecinos, los portugueses, en los que ha encontrado una posible vía de expansión.
En enero, Altice Internacional arrancó la fase definitiva para recibir propuestas para vender sus operaciones en Portugal. Así, el grupo fundado por el empresario franco-israelí, Patrick Drahi, logró llamar la atención de, al menos, 23 compañías que han presentado ofertas no vinculantes. Tras ese periodo inicial de conversaciones, Altice ha llevado a cabo una fase de análisis para estudiar las ofertas más viables.
STC e Iliad forman parte de la segunda fase de negociaciones para la compra de la operación
En este contexto, son pocos los elegidos para hacerse con el negocio de Altice en el país luso. Concretamente, STC e Iliad forman parte de la segunda fase de negociaciones para la compra de la operación.
En la operación también estaba la posibilidad de que entrase en juego el fondo estadounidense Warburg Pincus, que tiene inversiones en telecos como Bharti Telecom y en numerosas empresas especializadas en nuevas tecnologías, sin embargo, el consorcio que formaba este fondo junto a Zeno Partners y el exbanquero Antonio Horta-Osorio han salido de la carrera.
De este modo, la batalla queda entre el multimillonario francés Xavier Niel y su grupo Iliad y el grupo saudí.
STC a la conquista de Europa
El gigante saudí lleva ya más de un año con el foco puesto en el Viejo Continente. En agosto de 2023, STC, a través de Tawal, su filial de torres, adquirió la unidad de infraestructura de torres móviles de United Group en Bulgaria, Croacia y Eslovenia, unos 1.200 emplazamientos por los que pagó 1.340 millones de dólares.
Además, en septiembre del pasado año, el gigante saudí comunicó la compra del 4,9% de las acciones de Telefónica y un acuerdo con Morgan Stanley para hacerse con hasta un 5% adicional, que colocaría a la compañía con un 9,9% de las acciones de la teleco española, aunque todavía no se ha llevado a cabo esta segunda parte de la operación.
"Estamos especialmente enfocados en uno de los pilares de nuestra estrategia, como es el de la expansión"
"Estamos especialmente enfocados en uno de los pilares de nuestra estrategia, como es el de la expansión, siempre con el objetivo de crear valor para el accionista y apuntalar nuestro beneficio operativo", apuntaba hace solo unos días Ameen AlShiddi, director general financiero de STC Group en la presentación de resultados.
En este sentido, la apuesta de STC es la que más papeletas tiene para salir adelante ya que el grupo está haciendo grandes esfuerzos para diversificar su presencia en el globo y se ha fijado el mercado ibérico como un gran bastión en el que construirse una cartera de activos de redes de comunicaciones. A pesar de ello, se espera que la compañía necesite encontrar socios locales si quiere que su oferta supere el escrutinio de los reguladores locales y europeos que son cada vez más sensibles a la venta de activos críticos a empresas extranjeras.
En la operación entre en juego también el gigante Morgan Stanley, socio de STC para la operación con Telefónica y, al mismo tiempo, cercano a Altice en Francia ya que el banco de inversiones se hizo en noviembre del pasado año con el 70% de UltraEdge, la filial de centros de datos con 257 centros y espacios de oficinas que actualmente opera la francesa SFR.
Nuevo Gobierno en Portugal
Todos estos movimientos se producen en un contexto de movimientos políticos dentro del país luso. El 10 de marzo se celebraron en Portugal unas nuevas elecciones generales provocadas por la dimisión del primer ministro António Costa tras un caso de corrupción en su gabinete.
En estos comicios, Portugal ha vivido un giro a la derecha, quitándole a los socialistas una de las pocas mayorías absolutas de Europa. Con ello, será finalmente Luís Montenegro, el candidato del centroderecha (Alianza Democrática), quien se convierta en el nuevo primer ministro de Portugal.
En este contexto, se espera que los liberales entre en la operación del gobierno para reforzar un Ejecutivo debilitado frente al auge de la derecha portuguesa, por lo que se desconoce cómo afrontará el nuevo gobierno la situación del mayor operador de telecomunicaciones del país.