Las tres telecos se unieron a principios de año para formalizar una gran oferta de 16.500 millones de reales (2.700 millones de euros) para hacerse con los activos móviles de Oi en Brasil, sin embargo la operación se ha cerrado recientemente con un importante desencuentro entre las dos partes: los comprados aseguran que los activos entregados tienen un valor mucho menor al inicial, unos 600 millones de euros menos, mientras que desde Oi no coinciden con este cálculo, señalando que están “profundamente en desacuerdo”.
Telefónica solicita recortar algo más de 200 millones de euros del precio final, cifras similares a las que reclaman TIM y Claro
Particularmente, Telefónica solicita recortar más de 1.075 millones de reales (algo más de 200 millones de euros) del precio final, cifras similares a las que reclaman TIM y Claro, los otros dos operadores envueltos en la operación.
Esta cifra conjunta es muy superior a los 1.477 millones de reales (273 millones de euros) que habían retenido los tres operadores para resolver ajustes futuros, tal y como recuerda Europa Press.
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Ante esta situación se abre un periodo de un mes de negociaciones para tratar de llegar a un acuerdo con las cantidades y en caso de no alcanzarlo, se pondrá en manos de un auditor independiente para una evaluación final.
Se trata de una operación clave para el mercado brasileño de las telecomunicaciones, ya que Oi es el cuarto operador del país y los otros tres son los principales rivales en el país sudamericano, lo que convertiría a Brasil en un país con tres grandes operadores, siguiendo la estela de otros países como Estados Unidos y Alemania, entre otros.
Foto: Depositphotos
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