La Comisión Europea ha abierto tres investigaciones de mercado para determinar si Amazon Web Services (AWS) y Microsoft Azure deben ser designados como “guardianes de acceso” en el sector de la computación en la nube.
El procedimiento, amparado por la Ley de Mercados Digitales (DMA), supone un examen exhaustivo de las dos plataformas que dominan buena parte de la infraestructura digital global y que resultan esenciales para el desarrollo de la inteligencia artificial y de los servicios digitales avanzados.
Según el Ejecutivo comunitario, la computación en la nube se ha convertido en la columna vertebral del ecosistema digital, tanto para empresas como para administraciones públicas. Su papel resulta especialmente crítico en un contexto marcado por la expansión de la IA generativa y por la necesidad europea de reforzar su autonomía tecnológica.
Por esta razón, la Comisión sostiene que el entorno debe ser “justo, abierto y competitivo”, con reglas que eviten posiciones dominantes capaces de obstaculizar la innovación o restringir el acceso a servicios clave. Aunque ni AWS ni Azure alcanzan automáticamente los umbrales fijados en la DMA para recibir la designación de gatekeeper, Bruselas considera que podrían actuar como “importantes pasarelas” entre negocios y consumidores dadas sus cuotas de mercado, sus capacidades técnicas y sus efectos de red.
Qué investiga Bruselas
El proceso examinará factores como el tamaño real de cada proveedor, la base de usuarios empresariales, la estructura corporativa, la integración vertical con otros servicios y la existencia de efectos de escala que puedan dificultar la entrada de nuevos competidores.
El análisis se prolongará durante doce meses y contará con la participación de la Autoridad de Consumidores y Mercados de Países Bajos (ACM), autoridad nacional designada para este expediente.
Además, la Comisión ha iniciado una investigación separada para evaluar si la DMA, tal y como está hoy, permite abordar adecuadamente posibles prácticas restrictivas en el sector cloud. Entre ellas destaca la interoperabilidad limitada entre plataformas, las dificultades de los clientes empresariales para acceder a sus propios datos, el empaquetamiento de servicios que podría condicionar la competencia y la existencia de términos contractuales desequilibrados.
En paralelo, Bruselas está recabando información de actores del mercado: otros proveedores cloud, integradores, desarrolladores y grandes clientes corporativos, con el fin de obtener una imagen completa de los obstáculos actuales.
Qué implicaría ser gatekeeper en la nube
Si la Comisión concluye que AWS y Azure deben recibir la designación de “guardianes de acceso”, ambas compañías tendrán seis meses para ajustarse al régimen completo de obligaciones de la DMA. Esto implicaría, entre otros puntos, mayores exigencias de interoperabilidad, restricciones a prácticas de autoservicio preferente, limitaciones a los paquetes comerciales que puedan forzar el uso de determinados servicios y requisitos de transparencia reforzada en el acceso a datos.
Estas obligaciones ya se aplican a plataformas como Google, Meta, Apple o TikTok en el ámbito de servicios digitales tradicionales, pero su extensión al sector cloud supondría un paso significativo para la regulación del mercado europeo de infraestructura digital.