El 67 % de los españoles admite que conserva en casa un teléfono móvil más antiguo que el que usa actualmente, según concluye el estudio ‘Uso y consumo de la tecnología en 2024’ impulsado por Grover, compañía líder en alquiler de tecnología. Esta cifra no es un dato aislado, ya que la tendencia a conservar dispositivos obsoletos o en desuso es mayoritaria en nuestro país, con un 85 % de la población que dice estar guardando al menos un aparato que no utiliza.
La tecnología se está actualizando constantemente. Por este motivo, las personas tienden a dejar sus dispositivos tecnológicos "viejos" y cambiarlos por nuevos. Entre los motivos, destacan la necesidad de buscar una versión más actualizada.
Siguiendo esta línea, el estudio de Grover también subraya la gran cantidad de dispositivos en desuso que la gente tiende a acumular. Es más, casi tres cuartas partes de la población almacenan en casa más de un producto tecnológico anticuado, mientras que el 29 % de españoles va un paso más allá: han convertido sus hogares en una especie de ‘museo histórico’, con cinco o más aparatos en desuso.
Si bien el teléfono móvil sobresale como la ‘reliquia’ predilecta de los españoles, también se desechan otros dispositivos viejos como reproductores multimedia, ordenadores y accesorios informáticos (40%), o videoconsolas y cascos de realidad virtual. El estudio de Grover también indaga en los motivos que hacen que los españoles tiendan a no deshacerse de su tecnología obsoleta. La principal razón es la prudencia ante la posibilidad de que estos aparatos sean necesarios en otro momento, seguida de otros factores como la nostalgia que nos motiva a conservarlos como recuerdo o que, simplemente, olvidar que se tienen.
No obstante, muchas de las personas que guardan dispositivos anticuados en casa son conscientes de que podrían cambiar de opinión en algún momento y decidir desprenderse de ellos. Dentro de los motivos por los que estos consumidores podrían considerar ventajoso deshacerse de su tecnología, destacan la posibilidad de obtener un beneficio económico por una venta en segunda mano, ganar espacio libre en casa o estar plenamente seguros de que no los volverán a utilizar nunca más.
Finalmente, Lisa Steffenhagen, Senior Sustainability Manager de Grover, ha dicho que “que los dispositivos que poseemos acaben abandonados en los cajones de nuestras casas propulsa un gran riesgo para el planeta. Apostar por nuevas formas de acceder a la tecnología no solo ofrece una mayor flexibilidad y comodidad, sino que, además, evita que los dispositivos acaben en desuso. Al reciclar los dispositivos, alquilándolos y devolviéndolos a Grover tras su uso, conseguimos que la tecnología - y con ella los valiosos recursos tecnológicos - puedan cumplir uno o varios ciclos de vida con otros clientes”.