Dyson despide a 1.000 empleados como parte de su reestructuración global

Este despido masivo es parte de una reestructuración global diseñada para mantener la competitividad en un mercado cada vez más dinámico. Actualmente, Dyson emplea a 3.500 personas en el Reino Unido, principalmente en su centro de investigación y desarrollo en Malmesbury, al oeste de Inglaterra.

"Hemos crecido rápidamente y, como todas las empresas, revisamos nuestras estructuras globales de vez en cuando para asegurarnos de que estamos preparados para el futuro"

En este sentido, Hanno Kirner, CEO de la compañía, ha explicado que esta decisión se debe a la necesidad de revisar periódicamente sus estructuras globales para asegurarse de estar preparados para el futuro. "Hemos crecido rápidamente y, como todas las empresas, revisamos nuestras estructuras globales de vez en cuando para asegurarnos de que estamos preparados para el futuro. Estamos proponiendo cambios en nuestra organización, que pueden resultar en despidos," señala Kirner.

Dyson ha sido una empresa pionera en la industria de los electrodomésticos, conocida por sus aspiradoras sin bolsa y otros productos innovadores como purificadores de aire y secadores de pelo, así como su reciente revolución, una fregona eléctrica e inalámbrica.

Sin embargo, en los últimos años la compañía se ha enfrentado a un entorno de mercado cada vez más competitivo, especialmente por la entrada de marcas chinas, donde el ritmo de la innovación y el cambio tecnológico es constante y acelerado. "Sabemos que siempre tenemos que ser emprendedores y ágiles, principios que no son nuevos en Dyson", destaca Kirner.

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Deslocalización

Desde 2002, Dyson ha estado trasladando progresivamente su fabricación de Malmesbury a Malasia, y en 2013 abrió una planta en Singapur para producir motores digitales.

En 2019, Dyson trasladó su oficina corporativa a Singapur para estar más cerca de sus centros de fabricación y de los mercados asiáticos, que representan una parte significativa de sus ventas, lo que levantó en su momento grandes críticas a la compañía y su fundador, James Dyson.

A pesar de la deslocalización de la fabricación, Dyson ha mantenido su compromiso con la investigación y el desarrollo en el Reino Unido, ya que la empresa ha seguido invirtiendo en proyectos avanzados y en el diseño de productos, incluyendo un ambicioso proyecto de vehículo eléctrico que se abandonó finalmente en 2019.