Hace ya tres años, Ericsson cerró un acuerdo con la justicia estadounidense para resolver las prácticas corruptas en contabilidad en China, Indonesia, Kuwait, Vietnam y Djibouti. Sin embargo, la compañía presuntamente ha incumplido uno de los puntos y no ha llegado a una resolución sobre estas supuesta infracciones, por ello ha optado por reservar en sus cuentas una partida de 220 millones para poder hacer frente a una posible sanción.
Ericsson tendrá nuevo presidente en medio de sus escándalos
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El cargo, que se contabilizará en los resultados financieros del cuarto trimestre de 2022 y cuyos datos conoceremos el próximo 20 de enero, se prevé que sea una estimación “suficientemente fiable de la sanción asociada”, incluyendo los gastos estimados de la ampliación de la supervisión anunciada anteriormente.
Además, todavía está abierta la investigación sobre el informe interno que reveló posibles pagos al grupo terrorista ISIS en Irak.
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