El operador de telecomunicaciones francés Orange tendrá que pagar cerca de 250 millones de euros a Digicel, un rival local, en concepto de compensación por llevar a cabo prácticas anticompetitivas en el Caribe francés.
El Tribunal de Apelación de París dictaminó que Orange debe pagar a Digicel 181,5 millones de euros en concepto de daños y 68 millones de euros en concepto de intereses.
Esta sanción es “la condena más importante de este tipo en Francia”, según el diario francés Capital, aunque el operador está considerando la posibilidad de presentar una apelación en el más alto tribunal del país, la Corte de Casación.
Esta decisión supone una reducción de la sanción fijada en primera instancia por el Tribunal de Comercio de París, que la fijó en más de 346 millones de euros, lo que llevó a Orange a reservar en 2017 esta misma cuantía par hacer frente a la indemnización que ahora se reduce a 250 millones de euros.
El caso: Orange VS Digicel
La disputa se inició en el año 2000. En esta época Orange era el único operador de telefonía móvil en Guadalupe, Martinica y Guyana, tres regiones de Francia situadas en el Caribe. Ese año llega nueva competencia por parte de Bouygues Telecom, un operador que ofrece una oferta para ganar terreno a Orange, sin embargo, este lanzó una serie de tarifas reducidas para mantener su negocio y pidió a todos los distribuidores y reparadores de las islas que trabajasen solo con ellos.
En 2006, Bouygues Telecom abandona la batalla y vende sus negocios en el Caribe a Digicel por 155 millones de euros, pero antes de la venta presenta una queja contra la antigua autoridad de competencia francesa.
En 2009, el regulador francés condena a Orange a pagar 63 millones de euros por abuso de una posición dominante (se redujo a 60 millones en apelación). Sin embargo, la cuantía de esta sanción se fue a los bolsillos del Estado francés y no a compensar a las víctimas (Digicel- Bouygues Telecom), que presentan una nueva queja reclamando casi 700 millones de euros en daños.
En 2017, Orange es condenado a pagar 180 millones de sanción y 166 millones de intereses. Tras ello, el operador francés reclama y ahora se conoce el resultado con una de cal y otra de arena: 181,5 millones de sanción (ligeramente superior) y 68 millones de euros en concepto de intereses (una gran reducción).