En los últimos años, investigadores en educación han estado indagando sobre las razones detrás de la caída en los resultados de los estudiantes en evaluaciones internacionales. Un aspecto que ha captado la atención es el uso de teléfonos móviles y otros dispositivos tecnológicos por parte de los alumnos.
En este contexto, Lucas Gortazar, director adjunto de investigación de EsadeEcPol, ha advertido que un uso excesivo de la tecnología en las aulas puede influir negativamente en el rendimiento académico. "No se trata de demonizar la tecnología en la educación, pero sí de evitar una implantación irreflexiva e investigar más", ha afirmado.
Gortazar señala que las comunidades autónomas donde un mayor porcentaje de estudiantes utiliza tecnología diariamente, como el País Vasco, Navarra y Cataluña, son precisamente las que han experimentado una mayor caída en sus resultados en el Informe PISA. Entre 2012 y 2022, el País Vasco y Navarra han visto una disminución promedio de 27 puntos en las pruebas de matemáticas, lectura y ciencias, mientras que Cataluña ha registrado una caída de 26 puntos.
Los estudiantes españoles que utilizan la tecnología de manera muy frecuente en clase presentan una penalización de 22,5 puntos en matemáticas
Además, un estudio reciente impulsado por las fundaciones Cotec e Isek, publicado en 2023, revela que los estudiantes españoles que utilizan la tecnología de manera muy frecuente en clase presentan una penalización de 22,5 puntos en matemáticas en comparación con aquellos que la utilizan poco. Este descenso en el rendimiento equivale a medio curso escolar. Las investigadoras Lucía Gorjón y Ainhoa Osés, autoras del estudio, concluyen que un uso intensivo de las TIC en las aulas afecta negativamente no solo en España, sino también en otros 22 países de la OCDE que fueron analizados.
Sin embargo, el estudio también encontró que un uso moderado de la tecnología, definido como "varias veces al mes", se relaciona con un mejor rendimiento en matemáticas en comparación con un uso escaso o nulo, con una diferencia de hasta 32,5 puntos. Esto sugiere que la clave no es la tecnología en sí, sino cómo y con qué frecuencia se utiliza.
Es importante destacar que el impacto negativo de un uso frecuente de la tecnología es más pronunciado entre estudiantes de entornos socioeconómicos desfavorecidos y, curiosamente, afecta más a las chicas que a los chicos. Aunque el estudio se centró en las matemáticas, las autoras sugieren que la penalización podría extenderse a otras materias como ciencias y lectura, lo que requiere más investigación.
Gorjón plantea que el efecto de distracción podría ser un factor clave en esta reducción del rendimiento, afectando la capacidad de atención y comprensión de los estudiantes. Además, el multitasking, o la realización de múltiples tareas a la vez, podría dificultar el proceso de aprendizaje.
Ambas investigadoras coinciden en que es fundamental seguir investigando para entender mejor cómo influyen variables como el tipo de tecnología utilizada, la finalidad pedagógica de su uso y el nivel de formación de los docentes en el rendimiento académico de los estudiantes.
El informe PISA, organizado por la OCDE, proporciona datos valiosos sobre el uso de herramientas digitales en el aula. Según un documento publicado en 2024, el 50% de los estudiantes en España utiliza tecnología al menos una hora al día para aprender en la escuela. Este porcentaje es superior al de varios países europeos, como Estonia e Irlanda.
Dentro de España, las comunidades con mayor uso diario de tecnología son Cataluña y el País Vasco, donde el 75% de los estudiantes la emplean, seguidas por Navarra con un 64%. A pesar de estos altos porcentajes, estas comunidades han caído en la clasificación del Informe PISA en comparación con hace diez años.
Finalmente, las comunidades con menos usuarios diarios de tecnología son La Rioja y Castilla-La Mancha, pero también incluyen regiones que han mejorado su rendimiento en PISA, como Extremadura. Esto sugiere que el uso de tecnología no siempre está correlacionado con mejores resultados académicos.