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Teléfonos móviles, el peligro de caer en el hastío

Teléfonos móviles, el peligro de caer en el hastío

Por Pilar Bernat
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pbernattelycom4com /7/7/16
sábado 03 de agosto de 2019, 11:00h

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En contra de todo lo esperado y de las aventuras y desventuras de Mr. Trump y su pandilla Huawei ha presentado resultados y no sólo no se resiente del pretendido daño infligido, sino que aumenta su facturación más de un 23%, su cuota de mercado mundial supera el 17,6 en el segundo trimestre y declara más de 500 millones de usuarios de su marca. Las cifras de venta se recuperaron en menos de un mes y, las cosas como son, la compañía enfrentó la crisis en términos de comunicación y marketing de forma excelente

Podría decirse aquello de que no importa que hablen mal o bien, lo importante es que hablen, porque si alguien en el mundo no tenía aún claro que era Huawei y qué vendía, ya lo sabe. Más curioso aún, según datos de IDC, el crecimiento interanual es de un 8,3% año sobre año. Todo esto, sin vender móviles en los Estados Unidos, donde nunca han comercializado sus productos.

Samsung, líder absoluto en la carrera de la telefonía móvil, quien presenta un crecimiento interanual de un 5,5, siempre según datos de IDC de 31 de julio

Otro tanto podríamos de Samsung, líder absoluto en la carrera de la telefonía móvil, quien presenta un crecimiento interanual de un 5,5, siempre según datos de IDC de 31 de julio. Lo que significa que del desastre de su móvil desplegable (que no buscaba ventas masivas), sale de nuevo indemne y que como en el caso de Huawei, los consumidores parecen ver y apreciar no sólo su esfuerzo en I+D, sino que, más pronto que tarde, bajen esa innovación a categorías medias accesibles. Su cuota mundial está en el 22,7%, pero en este caso sí se incluye EE.UU., donde tiene gran acogida y China.

Apple pierde más de un 18% de cuota

En el lado opuesto está Apple, que se pelea con Xiaomí en el tercer puesto de la tabla en términos de cuota mundial; pero que cae un 18,2 en datos año sobre año y que apoya sus cuentas de resultados en el resto de las divisiones para minimizar su caída en móviles. Ni siquiera sus en Estados Unidos legales juegos de lobby (en España lo que ha salido a la luz pública se llama prevaricación y cohecho) y el apoyo indirecto del Presidente han frenado la caída y, parece que llevar un iPhone ha dejado de ser marchamo de ‘pura sangre’.

En términos generales, el mercado de la telefonía móvil en el mundo cae un 2,3% y, poco a poco, tendremos que asumir que los ‘smartphones’ han dejado de ser objeto de dese y seña de identidad para pasar a engrosar la lista de productos que los americanos denominan ‘commodity’ y que lucen más por su capacidad como medio de conexión o como cámara fotográfica que como objeto de deseo en sí mismo.

Hoy el mundo ya no está pendiente del lanzamiento de cada uno de los terminales de esta o aquella marca

Hoy el mundo ya no está pendiente del lanzamiento de cada uno de los terminales de esta o aquella marca; las presentaciones han pasado a ser una noticia más (esta misma semana tendremos lo último de Samsung); el público general calcula su presupuesto, mira con mayor o menor interés la pantalla, la batería y el equipo fotográfico del terminal, si acaso consulta alguna prueba por interés y compra. ¿Cubre mis necesidades? ¡Me vale! Al fin y al cabo, los móviles son prácticamente un puzle que combina de una forma u otra las mismas piezas, con diferencias en pequeños detalles, con una oferta tan abundante que resulta abrumadora y como cualquier otro mercado, entran en juego las ofertas, las rebajas de temporada o los picos navideños para modificar las cifras de resultados.

LG tendría que romper el mercado

Si la gente, de verdad, apreciara la innovación y comprara teléfonos con conocimiento de causa, este año LG estaría rompiendo el mercado, tanto por la calidad de sus productos, como por el precio o por llegar a tiempo de premier al 5G; es más, porque debería haber sido el claro beneficiado de los problemas de Huawei y Samsung; sin embargo, como no son carne de telediario, están pasando injustamente inadvertidos. Me atrevería a decir que, otro tanto, ocurre con sus ordenadores Gram.

¿Más teléfonos buenos con poco reconocimiento? Nokia, estupendos. También un casi desaparecido Sony (dicen que la división cierra en España, pero la cuestión no pasa de rumor) y, por descontado, los Oppo y los magníficos One Plus.

¿Más teléfonos buenos con poco reconocimiento? Nokia, estupendos. También un casi desaparecido Sony (dicen que la división cierra en España, pero la cuestión no pasa de rumor) y, por descontado, los Oppo y los magníficos One Plus. A todas estas marcas las ha barrido el huracán Xiaomi. ¿Por qué? Por el precio; o, mejor dicho, por su relación calidad precio y su política de comunicación, que te obliga a quererlos. Llegaron con el antetítulo de ‘el Apple chino’ y lo han rentabilizado.

Por tanto, es justo reconocer que el éxito de uno u otro terminal va de la mano del marketing y que las especificaciones son algo que, como en el caso de los coches, se adaptan a los bolsillos e importan sólo a un grupo de apasionados.

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