El pasado 22 de septiembre, la BBC realizó una entrevista al presidente de Microsoft, Brad Smith, quien aprovechó la ocasión para pedir que se retire la prohibición que ha impuesto el gobierno americano de venta de tecnología, en este caso software, a la multinacional china.
Smith, cuya compañía es proveedor del sistema operativo y restos de programas ofimáticos para los portátiles de Huawei, fue contundente al afirmar que no cree que la seguridad de EE.UU. se pueda ver amenazada por dejar que los clientes de la asiática utilicen Windows u Office. "Creemos que sería un error intentar levantar una cortina digital de acero en el Océano Pacífico. Eso sería un lastre para Estados Unidos y un lastre para las democracias del mundo -subrayó-".
La noticia de la BBC llegaba apenas tres días después de que Huawei presentara al mundo su Mate 30
Huawei y Google, amantes secretos
La noticia de la BBC llegaba apenas tres días después de que Huawei presentara al mundo su Mate 30, terminal que sin necesidad de recurrir a su emblemático modelo Porsche Design, demostró ser una potentísima máquina con grandes aspiraciones de mercado, y dejó claro que le haría un trompo a la política de Trump si fuera necesario y no porque la empresa afectada tenga intención de atropellarlo, sino porque el potencial del mercado chino, la coacción al europeo y al latino; y, sobre todo, el riesgo de perder el monopolio de Internet y de los datos generados en consecuencia resulta un grave inconveniente para Google.
Hoy en el mundo entero se hablaba de nuevo de un ‘impeachment’ al presidente Trump y, tarde o temprano, alguna acción de este tipo triunfará, porque el valor de su gobierno -por no pensar ni un minuto en el de su persona- no está por encima de los intereses de las compañías más pujantes del mundo; y a éstas, no les gusta bailar con la más fea.
En el caso de Huawei y Google, lejos de un divorcio, lo que han hecho es optar por el amor secreto y, cual Calisto y Melibea, utilizar una Celestina (la plataforma de un tercero), que les permitirá continuar con su multimillonario y entrañable amor.
No hay que despreciar el golpe de suerte que supondría para los ciudadanos del mundo que alguien consiguiera romper la tiranía de las OTTs americanas y la ‘data-esclavitud’ a la que nos tienen sometidos
El potencial fin de la data-tiranía
Aún no tenemos los Mate 30 en la mano y, a veces, da la sensación de que en algún rincón del planeta se trabaja a velocidad de vértigo para que el hechizo de la alcahueta permita que triunfen los ‘sentimientos’ por encima del ‘desquerer’ oficial; pero creemos firmemente que la experiencia del usuario será tan buena o mejor que la de otros móviles que traigan las aplicaciones de Google preinstaladas. El tiempo hablará por sí mismo.
Dicho lo cual, no hay que despreciar el golpe de suerte que supondría para los ciudadanos del mundo que alguien consiguiera romper la tiranía de las OTTs americanas y la ‘data-esclavitud’ a la que nos tienen sometidos. Torres más grandes han caído y, por seguir con los símiles literarios de tradición hispana, pensemos que, si necesitamos un Cid Campeador que pueda enfrentar tamaña batalla, hoy, sólo está en condiciones de hacerlo Huawei.
Si (
No(
