Adamo ha alcanzado un acuerdo con la representación sindical para reducir el número de salidas inicialmente previstas en su expediente de regulación de empleo (ERE). La cifra de afectados pasa así de 83 a 66 empleados, gracias a un proceso de negociación que, según UGT, ha sido "intenso, riguroso y firme".
El recorte de plantilla responde a causas económicas, organizativas y productivas derivadas de las tensiones de liquidez que arrastra Adamo por su elevado esfuerzo inversor en el despliegue de fibra óptica.
Del total de afectados, 22 serán bajas voluntarias, mientras que los despidos forzosos se limitan a 44. Además, se han acordado 17 subrogaciones, lo que ha contribuido a reducir el impacto del ajuste. UGT ha calificado el resultado como un “logro significativo” en términos de protección laboral, aunque ha subrayado que “no elimina el impacto negativo de un despido colectivo”.
El acuerdo contempla indemnizaciones de entre 33 y 45 días por año trabajado, con un tope de 24 mensualidades. A ello se suman medidas de apoyo social como programas de recolocación externa durante 9 o 12 meses, dependiendo de la edad del trabajador, así como la continuidad del seguro de salud durante un año para quienes se vean afectados por el proceso.
Protección a colectivos vulnerables
Se establece una “cláusula de no afectación conjunta” para evitar que ambos miembros de una pareja laboral sean despedido
El pacto también incorpora cláusulas específicas para la protección de colectivos especialmente sensibles, como familias monoparentales con menores a cargo, personas con discapacidad y víctimas de violencia de género. Asimismo, se establece una “cláusula de no afectación conjunta” para evitar que ambos miembros de una pareja laboral sean despedidos en el mismo procedimiento.
Otro de los compromisos asumidos por Adamo es el de no ejecutar ningún otro despido colectivo durante los próximos 12 meses, una medida que busca ofrecer estabilidad a la plantilla en un contexto de transformación empresarial.
Las causas del ERE
La empresa ha justificado el ajuste de personal por "causas económicas, organizativas y productivas". Según ha señalado Adamo, la decisión está directamente vinculada a la presión financiera derivada de su ambicioso plan de inversión en redes de fibra óptica. El esfuerzo realizado en el despliegue de infraestructura ha generado "importantes tensiones de liquidez" debido a la carga asociada a la amortización de la deuda, lo que ha impactado negativamente en los márgenes operativos y ha provocado pérdidas.
En paralelo a estas dificultades financieras, la teleco señala que necesita adaptar su estructura interna a las nuevas condiciones del mercado. En este sentido, Adamo apuesta por una reconfiguración de su modelo organizativo, una optimización de procesos y la incorporación de nuevas tecnologías como parte de una estrategia de transformación para retomar una senda de crecimiento sostenible.