Hay fabricantes de móviles ligados a la trama de minería infantil en la República Democrática del Congo

Los fabricantes en su mayoría no logran establecer su relación directa con los mineros que explotan sin mínimas medidas de seguridad laboral el cobalto en la República Democrática del Congo.

La batería de un móvil requiere un material llamado cobalto para que puedas pasar horas hablando por teléfono o enviando WhatsApps. Ahora Amnistía Internacional ha descubierto que varios fabricantes de dispositivos móviles no habrían hecho nada para obligar a los mineros del Congo a contar con mejores situaciones de salubridad en la explotación del recurso, de vital importancia para la industria tecnológica.

El reporte titulado “This is what we die for” (Esto es por lo que morimos) explica que se viven dos situaciones en Congo, producidas a partir de la debacle económica de ese país en 1990. La primera es que los mineros artesanos, sin supervisión en la mayoría de las ocasiones, acceden a lugares en los que la minería industrial no puede para extraer el cobalto sin las mínimas medidas sanitarias para evitar enfermedades por el polvo de este mineral, mortífero en muchas ocasiones.

La segunda es que los niños también están trabajando sin monitorización o vigilancia alguna cobrando apenas entre uno y dos euros al día por su labor. La investigación está basada en 87 entrevistas – 17 de ellas a niños -. Además de las empresas tecnológicas Amnistía Internacional incrimina también a Vodafone y a fabricantes de coches como Daimler AG, Volkswagen y la firma china BYD. Además, Dell y HP también habrían adquirido cobalto que procedería de estas minas.

Empresas como Samsung SDI – la filial de baterías y energías renovabales - dijeron a Amnistía Internacional que era difícil rastrear el cobalto, porque algunos de sus proveedores no indicaban en dónde lo adquirían. "Es muy difícil de rastrear la fuente del mineral debido a que los proveedores no divulgan la información. Por lo tanto es imposible para nosotros determinar si el cobalto suministrado a Samsung SDI viene de las minas de Katanga en Congo", expresó la empresa a la organización.

Amnistía Internacional dijo que Sony, por ejemplo, no dijo si había rastreado el cobalto o si había abordado la cuestión de los riesgos humanos a la hora de la extracción: “Nos tomamos en serio este problema y hemos estado realizando un proceso de investigación. Hasta el momento no hemos podido encontrar resultados obvios de que nuestros productos contengan cobalto originado en Congo”.

Apple, otra de las grandes involucradas, no confirmó su relación con el cobalto de Congo y se limitó a decir que se encontraba investigando sus relaciones con todos los productores de elementos vitales para la construcción de sus dispositivos.