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jueves 05 de octubre de 2017, 08:22h

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La Comisión Europea llevará ante la Corte de justicia europea a la nación irlandesa por el caso de los impuestos no recaudados a la firma Apple hasta la fecha.

Se acabó la paciencia de la Comisión Europea con Apple y su situación irregular de impuestas en Irlanda. Esta instancia de la Unión Europea tiene previsto llevar a la Corte de Justicia Europea a esta nación por no realizar la recaudación de impuestos atrasados que mantiene Apple con ese país.

Ya ha pasado un año desde que el acuerdo de Apple e Irlanda fue declarado ilegal y aunque el país ha hecho esfuerzos por lograr que la firma de la manzana mordida honre sus compromisos no ha conseguido una respuesta satisfactoria y la espera no será para toda la vida, por lo que la Comisionada Margrethe Vestager realizó una petición en la Corte Europea y por ello Irlanda podría recibir serias sanciones y multas debido al incumplimiento.

La Comisión Europea ha sido implacable con las empresas de tecnología que intentan evadir impuestos en el continente, por ejemplo Apple recibió una primera multa por las ayudas fiscales de Irlanda, por su parte Google debe pagar a la UE 2.420 millones de euros por actuación monopólica en la oferta de servicios y por su parte Facebook fue sancionada tras la compra engañosa de WhatsApp.

Apple e Irlanda, denunciadas por incumplir una orden de la Comisión Europea.

En la Unión Europea tienen la meta de construir un mercado funcional, que sea libre y abierto, que permita generar competencia sana entre las grandes empresas, pero todo dentro de la legalidad.

Países como Irlanda han sido seducidos por la posibilidad de albergar a estas firmas importantes y por ello han pagado precios muy altos, como la facilitación de exenciones impositivas, o el financiamiento activo de los recursos para su desarrollo dentro del marco conocido como ayudas estatales.

En el caso de Apple, hace 26 años estableció un acuerdo con las autoridades irlandesas que le facilitaba las cosas con un vacío fiscal llamado "doble irlandés" que le permitió acumular dos tercios de sus beneficios generados fuera de los Estados Unidos y la evasión de 14.500 millones de euros que tenían que ser consignados en impuestos ante la nación europea.

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