Las economías digitales de éxito requieren una fuerte infraestructura, pero los países a menudo tienen recursos y fondos limitados. Por ello, es clave elegir y priorizar las áreas de enfoque. En este sentido, Huawei destaca algunos puntos sobre cómo potenciar la digitalización y cómo fomentar la estrategia de economía digital a nivel global.
La digitalización como el nuevo motor de crecimiento de la economía
La digitalización está a punto de convertirse en el nuevo motor del crecimiento económico. Se estima que la economía digital basada en la definición amplia de la medición es ya de 11,5 billones de dólares, es decir, el 15,5% del PIB mundial, el 18,4% del PIB en las economías desarrolladas y el 10% en las economías en desarrollo, por término medio.
Esto engloba la contribución de sectores que no han sido tradicionalmente digitales, que ahora están adoptando las tecnologías digitales para hacer frente a los desafíos de un mundo competitivo, creciente e interconectado. No es de extrañar que el potencial de la digitalización sólo se alcance cuando las industrias, los consumidores y la sociedad en general aprovechen de manera efectiva la infraestructura digital.
La estrategia de la economía digital y las consiguientes vías de política no pueden ser las mismas para todos los países.
No obstante, si los gobiernos capitalizan el potencial de las tecnologías digitales, necesitan implementarse las palancas políticas adecuadas y elegir sus prioridades con cautela.
La estrategia de la economía digital y las consiguientes vías de política no pueden ser las mismas para todos los países; los estudios sobre la economía digital mundial rara vez van más allá de recomendar políticas de mejores prácticas para todos.
Los arquetipos como base de las estrategias de la economía digital
El enfoque planteado en este estudio es único, ya que ayuda a adaptar las acciones políticas basadas en los modelos de economía digital más adecuados para cada país, basándose en la conocida estrategia de arquetipo.
Según este análisis, es recomendable que las economías que quieran maximizar los beneficios de la digitalización consideren mejorar sus posiciones dentro de sus arquetipos y establecer visiones de economía digital más a largo plazo para establecer los bloques de construcción para futuras transiciones.
El marco del arquetipo brinda la oportunidad de reconocer las variaciones de las estrategias de la economía digital que requieren diferentes combinaciones de políticas y dominios en todas las dimensiones de la economía digital. Esto significa que los países no deben hacer caso omiso de otras políticas, sino que deberían asegurarse de que los conjuntos de políticas de gran importancia para sus arquetipos reciban los recursos, el presupuesto y la atención debidos.
En el informe se reducen las prioridades de política de los países sobre la base de las estrategias genéricas de los arquetipos que posteriormente pueden analizarse a fondo en función de los objetivos estratégicos, las carencias y las características distintivas del país. La movilidad entre los arquetipos es posible para los países.
Sin embargo, la transición lleva décadas y depende de las restricciones definidas por las dotaciones del país. Al participar o aumentar su presencia en actividades TIC de mayor valor añadido, los países pueden aspirar a cosechar mejores beneficios económicos y sociales y mejorar su posición o su papel en el ecosistema digital mundial.
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