La joven empresa está decidida a formar a cualquier valiente que se atreva con la programación. El requisito indispensable no es otro que tener muchas ganas. Adultos, niños, mujeres, hombres, con más o menos recursos y, desde hace unos meses, también personas con diversidad funcional se adentran en el lenguaje del desarrollo web, un ámbito que concentra muchas de las salidas laborales presentes y futuras.
En este sentido, hace una semana dieron por concluido ‘Por Talento Digital’, su primer programa diseñado en colaboración con la Fundación ONCE para enseñar programación a personas con discapacidad. Después de cuatro meses de intenso trabajo, diez alumnos seleccionados previamente por Hack a Boss y la ONCE se han convertido en desarrolladores web y podrán abrirse camino, oficialmente, en el sector tecnológico.
Zonamovilidad - ¿Cómo surgió esta iniciativa junto a la ONCE?
Pablo Rodríguez - Hack a Boss tiene bastante predilección por todo lo que es la tecnología en el ámbito social. Nosotros pensamos que la tecnología es un ascensor social, ¿qué quiere decir que la tecnología es un ascensor social? Quiere decir que las personas, independientemente de su género, raza, edad o de si tienen una discapacidad o no, pueden acceder a este sector, pueden desarrollar y construir tecnología, que al final es lo que el mundo demanda ahora mismo.
"Es muy curioso ver cómo perfiles que estaban en otra profesión ahora están empezando a tener posibilidades de entrar en el sector tecnológico"
Nosotros habíamos hecho varias iniciativas que hasta ahora eran más pequeñas en las que nosotros podíamos facilitar becas a perfiles que a lo mejor no tenían muchos recursos. Le planteamos este esquema a la ONCE: que la tecnología puede ayudar a perfiles que están con ellos a acceder al sector tecnológico, que es un sector que no esta tan precarizado como otros. Durante este programa es muy curioso ver cómo perfiles que estaban en otra profesión ahora están empezando a tener posibilidades de entrar (de hecho, alguno ya ha entrado) en el sector tecnológico.
"De 0 a 100"
ZM - Han formado a diez alumnos en el ámbito del desarrollo web, ¿de qué manera enfocaron los contenidos del programa?
PR - Lo que hicimos primero fue acordar con la ONCE que los perfiles los íbamos a elegir entre ellos y nosotros, las dos partes. Para nosotros es súper importante elegir los perfiles porque, al margen de las pruebas de acceso, pedimos sobre todo gente altamente motivada. La programación está muy bien, pero también es dura. Tiene que gustarte la tecnología y tienes que estar muy motivado para dedicarle horas al día al margen de las clases. Así, junto a la ONCE definimos un programa de entrada, ellos nos pasaron unos perfiles y nosotros otros y al final surgieron los alumnos que han realizado el curso.
"La programación está muy bien, pero también es dura"
El bootcamp de programación dura 4 meses y una semana, entre 16 y 18 semanas. Se empieza con un módulo de preparación en el que se aprenden los fundamentos básicos sobre programación, Internet, y otros conocimientos básicos que permiten entrar en el bootcamp. Después se aprende lo que es la parte de HTML y CSS y, en las siguientes semanas, se entra en lo que es la programación pura y dura. Después se sigue desarrollando lo que se ha aprendido y se van desarrollando una serie de miniproyectos y ejercicios en un modelo de evaluación continua. Vamos evaluando el avance de las personas que están con nosotros.
Aparte de esto, los dos últimos meses los alumnos desarrollan un proyecto que nos tienen que mostrar a nosotros y a las empresas, para que estas puedan confiar en ellos y ver lo que son capaces de hacer. Realizan proyectos enteros y totalmente solos, que pueden ser de muchos tipos, por ejemplo, una aplicación para gestionar experiencias de viajes o para la prevención de riesgos laborales. La clave al final es que toda la aplicación la hacen ellos de 0 a 100.
Más posibilidades laborales
ZM - Y los protagonistas, los alumnos, ¿qué balance hacen de la experiencia?
PR - Hablaba con alguno hace poco que estaba casi “llorando”. La experiencia es muy buena porque al final pasan de algo que no tienen ni idea de cómo hacer, de un conocimiento que es 0, a todo. “Es que ahora hago magia”, me decía otro chico. Luego hubo una chica que tenía una situación muy particular, y que es la primera que consiguió empleo, y ella nos decía “es que me habéis dado la vida”.
Para ellos, esto significa una posibilidad de acceder a un mercado que, no sé por qué, pero tradicionalmente está reservado a personas que no tienen discapacidad y realmente da igual, es decir, al final eso es lo de menos. De hecho, uno de los mejores programadores que hay en España es ciego. Al final, si sabes programar, sabes programar.
ZM - Entonces, ¿qué competencias diría que hacen falta para ser programador? ¿Todo el mundo puede serlo?
PR - Creo que todo el mundo puede llegar a serlo, pero no todo el mundo va a tener el mismo nivel o la misma capacidad, como en muchas otras profesiones. Además, hay una cosa súper importante y es que hay muchas profesiones, por ejemplo, dentro del campo de recursos humanos o dentro del financiero que también empiezan a requerir de habilidades de programación. Es decir, que la programación ya no es solo para ser programador, sino para tener una serie de habilidades que te permitan estar en otros puestos y que también son importantes.
"La programación ya no es solo para ser programador, sino para tener una serie de habilidades que te permitan estar en otros puestos"
Los trabajos del futuro
ZM - ¿Está el futuro laboral en el sector tecnológico?
PR - Sí, la verdad es que ahora mismo entras en cualquier portal de empleo y todo es tecnología. Ya no solo por tecnología pura y dura, sino que hay sectores que van desde el periodismo, los rrhh, el comercio, el sector agroalimentario, la música o el derecho en los que la tecnología lo está barriendo absolutamente todo. Al final, aunque no seas puramente tecnólogo, que tengas habilidades para la tecnología te permite estar en sectores que necesitan de esas habilidades. Nosotros creemos que las habilidades tecnológicas van a ser necesarias para prácticamente cualquier puesto.
ZM - Pero primero tiene que haber muchas ganas, ¿no?
PR - Una de las cosas que nosotros preguntamos cuando viene alguien es si le gusta le tecnología. Si no te gusta la tecnología, difícilmente vas a aprender a programar. Te tiene que atraer mínimamente y no a todo el mundo le gusta. El mundo está cambiando mucho y, con todo el cariño, la gente a la que no le gusta la tecnología (sobre todo de generaciones más jóvenes) va a tener un problema. Y por tecnología no hablamos solo de utilizar Instagram, hablamos de construir Instagram. Muchas veces pasa que vienen los papás y las mamás y nos dicen: “mi hijo es súper tecnólogo, usa Tik Tok súper bien”. Yo les digo: “mira, yo no sé usar Instagram, pero sé construir Instagram”. Al final es un tema de construcción y de creatividad, que es lo que el mundo futuro y lo que las profesiones futuras demandan.
"Por tecnología no hablamos solo de utilizar Instagram, hablamos de construir Instagram"
Yo siempre digo que a los niños y niñas hay que inculcarles un poquito la tecnología porque, aunque luego no trabajen en esto, es fantástico. Tampoco podemos olvidar y dejar de lado que no todo el mundo tiene que estudiar esto. Para la tecnología hay profesiones humanistas que son súper importantes: tema de periodismo, de filología, traducción, filosofía… son muy importantes para el futuro porque todo lo que tiene que ver con la IA, por ejemplo, es comunicación. Cuando hablamos de tecnología, la gente piensa que las otras profesiones se van a morir. No es así, las humanistas y las que tienen que ver con letras son vitales en la comunicación con las maquinas.