Esta decisión unánime amplía las restricciones ya existentes de la Ley de Protección al Consumidor de Telefonía (Telephone Consumer Protection Act) de 1991, que limita las llamadas no deseadas utilizando mensajes de voz artificiales y pregrabados. La nueva regulación se dirige específicamente a las robocalls realizadas con herramientas de clonación de voz impulsadas por IA, marcando un precedente importante en la lucha contra el abuso tecnológico en las telecomunicaciones.
La medida de la FCC llega en un momento crítico, siguiendo investigaciones en New Hampshire sobre el uso de robocalls generadas por IA que imitaban la voz del presidente Joe Biden con el fin de desalentar la participación de votantes en la primaria del estado, reconocida por su importancia en el calendario electoral de EE.UU.
Con efecto inmediato, la nueva regulación otorga a la FCC la autoridad para imponer multas a las empresas que utilicen voces de IA en sus llamadas o bloquear a los proveedores de servicios que las transmitan. Además, esta normativa abre la puerta para que los destinatarios de las llamadas presenten demandas y proporciona a los fiscales generales estatales un nuevo mecanismo para actuar contra los infractores.
Este paso adelante en la regulación subraya el compromiso de la FCC con la protección de los ciudadanos ante las amenazas emergentes que la tecnología de inteligencia artificial puede representar. Al establecer un marco legal más estricto, la agencia envía un mensaje claro de que la explotación de la tecnología y las robocalls para engañar a la población y manipular procesos electorales no será tolerada.
Con esta decisión, la FCC no solo busca salvaguardar la integridad de las comunicaciones telefónicas sino también fortalecer la confianza del público en la tecnología, asegurando que su desarrollo y aplicación se realicen de manera responsable y ética.
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