El centro residencial para personas mayores de Armilla, en Granada, se ha convertido en un referente nacional en la aplicación de tecnología para la mejora asistencial.
Gracias a un proyecto financiado en un 80% por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, a través de Red.es, y en un 20% por la Junta de Andalucía, la residencia ha implantado un modelo inteligente basado en sensores y análisis avanzado de datos que optimiza tanto la gestión como la atención a los residentes.
Con una inversión total de 240.000 euros, el proyecto convierte al centro granadino en un ejemplo de innovación tecnológica al servicio de la calidad de vida en el ámbito de los cuidados. La residencia, con capacidad para 187 plazas, cuenta con cinco plantas y 109 habitaciones, y atiende a personas mayores en situación de dependencia o exclusión social.
“La tecnología y la digitalización ha venido para cambiar la vida de la gente. Este proyecto demuestra cómo los servicios públicos pueden mejorar la calidad de vida de las personas”, destaca el ministro para la Transformación Digital, Óscar López.
Tecnología al servicio del bienestar
El modelo de residencia inteligente implantado en Armilla integra sensores en colchones que permiten detectar posibles caídas de los residentes, así como dispositivos que monitorizan la temperatura y humedad de las habitaciones. Estas herramientas mejoran el confort de las personas usuarias y contribuyen a una mayor eficiencia energética.
Otro de los avances introducidos es un sistema de trazabilidad textil que reduce la pérdida de ropa y facilita la gestión de las prendas personales. A través de esta solución, el personal puede identificar fácilmente qué prendas se encuentran en uso, cuáles están próximas a ser renovadas y prevenir extravíos, una problemática común en centros de este tipo.
El proyecto incluye una plataforma tecnológica con paneles de control que permiten el monitoreo en tiempo real
Para centralizar toda la información recogida por los sensores, el proyecto incluye una plataforma tecnológica con paneles de control que permiten el monitoreo en tiempo real. Esta herramienta ofrece una visión global del estado del centro y posibilita la configuración de alertas según las necesidades específicas de cada residente o situación.
Con este sistema, es posible anticipar cambios en el comportamiento de los usuarios, adaptar sus rutinas alimenticias, mejorar su integración en el entorno residencial o ajustar la atención en función de parámetros identificados de forma automatizada.

Formación como eje de la transformación digital
Además de la instalación de tecnología, el proyecto contempla la capacitación del personal. Se han impartido sesiones formativas dirigidas a responsables y trabajadores del centro para asegurar una transición efectiva hacia este nuevo modelo de gestión inteligente.
La formación ha sido clave para garantizar que las herramientas tecnológicas se integren de forma natural en la rutina del centro sin afectar negativamente al trato humano ni a la atención personalizada.