Según una encuesta de Kaspersky, el 61% de los niños recibe su primer dispositivo entre los 8 y los 12 años, lo que evidencia la temprana relación con la tecnología de los jóvenes. En este contexto, la educación y concienciación sobre los riesgos que existen en el mundo virtual es fundamental.
En la era digital, es cada vez más común que los niños y jóvenes pasen gran parte de su tiempo en internet, especialmente en las redes sociales. Aunque estas plataformas pueden ser una herramienta valiosa para conectarse con amigos y familiares, también presentan una serie de riesgos que deben ser considerados.
"Queda mucho por hacer para promover comportamientos digitales saludables en las actuales y futuras generaciones"
"La seguridad digital de los niños se ha convertido en una preocupación colectiva, a medida que padres, tutores y educadores tratan de mantenerse al día con los constantes cambios del mundo online y el consecuente aumento de nuevos riesgos", apunta Josep Albors, director de Investigación y Concienciación de ESET España. "Ya sea como padres, educadores o participantes activos en la elaboración de políticas públicas, queda mucho por hacer para promover comportamientos digitales saludables en las actuales y futuras generaciones", destaca Albors.
Una de las mayores preocupaciones en términos de seguridad cibernética es la exposición de los niños a contenido inapropiado, incluyendo material sexual explícito, violencia y ciberacoso. Además, los niños pueden ser víctimas de estafas y fraudes en línea, igual que los adultos, y pueden compartir información personal sensible con desconocidos, lo que puede llevar a una violación de privacidad y a un aumento del riesgo de suplantación de identidad.
El 74% de los adolescentes ha experimentado algún riesgo online durante el último año
En concreto, el 69% de las personas ha experimentado algún riesgo online durante el último año, una cifra que se eleva hasta el 74% en el caso de los adolescentes, según la 'Encuesta Global de Seguridad Online 2023: Percepciones de padres e hijos sobre la seguridad en la Red' de Microsoft.
En este sentido, los riesgos más comunes son las fake news y la desinformación, así como los dirigidos hacia las personas como el ciberacoso, el discurso de odio y las amenazas de violencia.
El 39% de los adolescentes reportaron haber sufrido incitación al odio en internet
El estudio desvela que los adolescentes están en mayor peligro en Internet de lo que sus padres creen. La encuesta indica que no solo los padres subestiman los riesgos, sino que lo hacen en todas las categorías, siendo la incitación al odio la que tiene la mayor diferencia de percepción entre los adolescentes y sus padres, seguida por las amenazas de violencia, la exposición a contenidos sobre suicidio y autolesiones, y el ciberacoso. Por ejemplo, el 39% de los adolescentes reportaron haber sufrido incitación al odio en internet, mientras que solo el 29% de los padres creían que sus hijos habían tenido esa experiencia.
Tras enfrentarse a un riesgo en Internet, el 60% de los adolescentes hablaron con alguien al respecto, siendo sus padres con quienes hablaron en mayor medida (71%), seguido de sus amigos (32%) y otros adultos que no eran sus padres (14%).
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Sharenting
Más allá de los riesgos a los que se enfrentan los niños, existe un riesgo que depende directamente de los niños y se conoce como sharenting que consiste en el acto de sobreexponer a los menores de edad en las redes sociales, publicando y compartiendo sus fotos, su crecimiento y sus actividades.
Aunque el sharenting puede parecer inofensivo, también puede tener consecuencias negativas. Por un lado, la información compartida en línea puede ser vista por cualquier persona, incluyendo extraños o potenciales acosadores. Además, puede ser difícil controlar cómo se utiliza la información compartida, incluso una vez que se ha eliminado de la fuente original.
Además, el sharenting puede afectar negativamente a la privacidad de los niños, ya que al compartir información sobre ellos en línea, se exponen detalles personales a un público mucho más amplio que solo a amigos y familiares cercanos. Esto puede llevar a una violación de privacidad y a un aumento del riesgo de suplantación de identidad.
Según apuntan desde la Fundación ANAR, compartir estas informaciones "vuelve a los menores de edad vulnerables a actos delictivos, porque pueden ser localizables, ser objeto de burla por parte de sus compañeros, o de suplantación de identidad digital" y se les expone a sufrir grooming, fraude e incluso a llegar a ser víctima de pedofilia y objeto de la pornografía infantil. Se produce una pérdida de intimidad y privacidad que se prolonga en el tiempo y puede ser utilizada para fines publicitarios en la dark web.
Sexting
Otro de los principales riesgos es el sexting, la práctica de enviar o compartir imágenes o vídeos sexualmente explícitos a través de las redes sociales o mensajería instantánea, que ha cobrado una gran popularidad entre los jóvenes. Sin embargo, pocos son conscientes de los graves riesgos que conlleva, especialmente entre los menores de edad.
Esta práctica puede tener un impacto negativo en la autoestima y la reputación de los jóvenes y es que una vez que las imágenes o vídeos han sido compartidos, son difíciles de retirar y pueden ser vistos por un gran número de personas, incluyendo amigos, familiares y potenciales jefes.
Además, el sexting también es una vía utilizada para acosar y amenazar a los jóvenes, distribuyendo o chantajeándoles para obtener más contenido o información personal. Asimismo, el sexting también puede ser considerado un delito en muchos países, especialmente si se involucran menores de edad, entre ellos en España. Las consecuencias legales pueden incluir multas, tiempo en prisión y registro como delincuente sexual.
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Ciberbullying
El ciberbullying es una realidad para el 46% de los adolescentes de 13 a 17 años
Según una reciente encuesta de Pew Research Center realizada en Estados Unidos en diciembre de 2022, el ciberbullying es una realidad para el 46% de los adolescentes de 13 a 17 años. El acoso en línea incluye una amplia gama de comportamientos negativos, como insultos, difusión de rumores falsos, mensajes no deseados con contenido explícito, solicitud de información personal, amenazas físicas y compartición de mensajes sin consentimiento.
Además, los efectos del ciberbullying pueden ser graves y duraderos, lo que puede afectar la autoestima y el bienestar emocional de la víctima, por lo que es importante que los padres y educadores estén informados sobre los riesgos del ciberbullying y hablen con los niños y adolescentes sobre cómo protegerse en línea.
Asimismo, es fundamental que se fomente una cultura de respeto y tolerancia online, ya que el ciberbullying puede ser prevenido si se fomenta un ambiente seguro y respetuoso en internet. Es importante que los jóvenes entiendan que los comentarios hirientes y la difamación tienen consecuencias reales y pueden lastimar a otras personas.
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