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Por Alfonso de Castañeda
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miércoles 22 de abril de 2020, 18:00h

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El 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra y la industria tecnológica se vuelca con este día para poner en valor el papel de la innovación para luchar contra el cambio climático.

La nueva economía digita, IoT, IA y el Big Data han motivado que los datos crezcan a un ritmo incontrolado, y con ello los recursos necesarios para su gestión. Desde hace ya varios años, los centros de datos y la industria de las TIC es uno de los mayores consumidores de energía de recursos globales.

La digitalización puede ser parte de la solución al cambio climático, pero hay que ser eficiente con el consumo energético. Según estimaciones de la compañía Veritas Technologies, el Dark Data provocará hasta 5,8 millones de toneladas de dióxido de carbono sólo este año, lo que supone una emisión innecesaria de CO2 a la atmósfera por almacenar datos que no son valiosos para las compañía.

Se calcula que el 52% de todos los datos almacenados por las organizaciones en todo el mundo son “oscuros”, ya que los responsables de su gestión no conocen su contenido o su valor. El coste financiero del Dark Data es muy elevado, pero también lo es el medioambiental. Teniendo en cuenta los datos de los analistas que apuntan a que crecerá la cantidad de datos almacenados de los 33ZB en 2018 a los 175ZB en 2025, en cinco años habrá 91ZB de datos oscuros, cuatro veces más que el volumen actual, con toda la energía asociada a la alimentación de la infraestructura que lo almacena.

El control de los datos, clave para reducir la huella ambiental

Las distintas compañías confían en que una de las principales medidas a tomar para reducir la huella medioambiental de las TIC es el control de los datos. En concreto, desde Commvault apuestan por utilizar proveedores de cloud sostenibles y que se alimenten con energía renovable; también recomiendan migrar cargas de trabajo adecuadas a la nube, al ser una opción más sostenible que ‘on-premise’; recoger, procesar y almacenar menos datos es el gran consejo ya que reduce la cantidad de energía necesaria para su uso; deduplicación de los datos siempre que sea posible; rastrear y frenar las cargas de trabajo inútiles que consumen recursos de forma innecesaria.

"Filtrar la Dark Data y eliminar la información que no se necesita debería convertirse en un imperativo moral para las empresas de todo el mundo"

Asimismo, es aconsejable aprovechar las herramientas de gestión de copias de seguridad para reducir su número y ahorrar tiempo, complejidad y recursos. Así como utilizar cintas o cintas en la nube en caso de necesitar guardar los datos durante mucho tiempo, ya que se trata de un soporte que consume menos y tiene un coste de propiedad y durabilidad más bajo.

"En todo el mundo, los datos oscuros están produciendo más dióxido de carbono de lo que 80 países diferentes aportan individualmente, por lo que está claro que este es un tema que se debe empezar a tomar muy en serio”, ha destacado José Manuel Petisco, Director General de Veritas España. “Filtrar estos datos y eliminar la información que no se necesita debería convertirse en un imperativo moral para las empresas de todo el mundo. La industria tecnológica tiene que adelantarse al desafío, ya que los volúmenes de datos son mayores cada año”, ha señalado Petisco.

Productos ecofriendly y energías renovables

Asimismo, además de las recomendaciones para hacer un consumo más eficiente de los recursos energéticos para los datos, ya hay compañías de la industria que están implantado algunas propuestas para proteger el planeta.

Hace sólo unos días el gigante Microsoft lanzaba su iniciativa ‘Planetary Computer’ para “poner a trabajar los datos y la tecnología digital" agregando datos ambientales de todo el mundo y poniéndolos a disposición de la población y aumentar los esfuerzos de biodiversidad.

Del mismo modo, iniciativas como las cajas ecofriendly de los televisores de Samsung permite un reciclado mayor y aportar una segunda vida a los grandes embalajes de sus productos. O el proyecto de LG del reto Smart Green para conseguir un ahorro de 55.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Junto a esto, la implantación de sensores y de tecnologías de Smart Cities permiten un control más eficiente de los recursos en las grandes ciudades, y también en la industria y en el hogar.

Otra gran iniciativa es la lanzada por Accenture, Intel y Sulubaaï Environmental Foundation que utilizarán la inteligencia artificial para la monitorización, caracterización y análisis de la resistencia de los arrecifes de coral bajo el proyecto CORaiL, una solución creada en 2019 e instalada hace un año en el arrecife de coral en Filipinas

Son muchas las soluciones tecnológicas que se emplean actualmente para reducir la huella medioambiental de las empresas, ciudades e industrias, pero también son muchas las compañías del sector de la tecnología y de las telecomunicaciones que implantan medidas para reducir sus emisiones.

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