TikTok ha respondido a los argumentos del gobierno de Estados Unidos, insistiendo en que la plataforma está protegida por la Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU., un argumento que ha sido rechazado por el Departamento de Justicia (DOJ).
El conflicto, que surge a raíz de la ley federal que exige a ByteDance vender TikTok a un comprador aprobado por el gobierno o, de lo contrario, enfrentarse a una posible prohibición de la aplicación en el territorio estadounidense, supone un duro enfrentamiento entre ambas partes que determinará el futuro de la app el país.
El pasado mes de julio, el DOJ presentó un documento legal argumentando que ni ByteDance ni TikTok tienen derecho a las protecciones de la Primera Enmienda debido a su carácter de "organizaciones extranjeras" operadas desde el extranjero o controladas por una entidad extranjera.
Según el gobierno, la preocupación radica en la influencia potencial del gobierno chino sobre la plataforma y en los riesgos para la seguridad nacional que podrían derivarse de esta relación.
"Las compañías estadounidenses que publican estos medios no pierden la protección de la Primera Enmienda por ser de propiedad extranjera"
TikTok, por su parte, ha defendido que su operación en EE.UU. no pierde derechos constitucionales por estar vinculada a una empresa extranjera. En su respuesta, los abogados de TikTok compararon la situación de la plataforma con la de medios de comunicación como Politico y Business Insider, ambos propiedad de la editorial alemana Axel Springer SE, y con la revista Fortune, controlada por el empresario tailandés Chatchaval Jiaravanon. "Las compañías estadounidenses que publican estos medios no pierden la protección de la Primera Enmienda por ser de propiedad extranjera", aseguran los abogados de TikTok.
Fracasan las negociaciones
La administración Biden y TikTok habían mantenido conversaciones durante los últimos años para llegar a un acuerdo que abordara las preocupaciones de seguridad nacional. Sin embargo, ambas partes no lograron cerrar un trato. TikTok propuso un plan conocido como "Proyecto Texas", que detallaba medidas para separar sus operaciones en EE.UU. de las de China, pero el DOJ consideró que la propuesta no cumplía con los requisitos necesarios para garantizar la seguridad.
La Casa Blanca ha señalado que las transferencias de datos entre TikTok y ByteDance en China, junto con la magnitud de la plataforma, dificultarían la implementación efectiva de cualquier acuerdo que busque garantizar la independencia de las operaciones de TikTok en EE.UU.
El futuro de TikTok en juego
El 16 de septiembre comenzarán las audiencias orales del caso, en las que se decidirá si TikTok puede seguir operando en Estados Unidos bajo su estructura actual o si se verá obligada a vender la empresa.
Mientras tanto, el DOJ ha pedido que parte de las pruebas se presenten bajo secreto de sumario debido a la naturaleza clasificada de la información involucrada, una solicitud a la que TikTok se ha opuesto enérgicamente.