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Vivir con Alexa en casa
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Vivir con Alexa en casa

Por Pilar Bernat
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pbernattelycom4com /7/7/16
sábado 31 de agosto de 2019, 10:00h

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Por fin convencí a mi marido, un mediana edad de gama alta, de que tenía que hablar con aquella colección de aparatos que había instalado en casa. La teoría del ahorro energético casi cuela -está muy concienciado con el medio ambiente-; lo intenté preguntándole al ‘dot’ si sabía su nombre y le respondió: “No lo sé, pero seguro que tienes un nombre muy bonito, agradable de escuchar y con un significado especial” -eso le gustó-; pero lo definitivo fue: “Si no dices: Alexa enciende el calentador, no tienes agua caliente”

Está claro que cada persona tiene una motivación para empezar a utilizar este o aquel aparato, esta o aquella aplicación y que se tenga la edad que se tenga, te guste más o menos la tecnología o te hagas fuerte en la atalaya del reino analógico, el hogar inteligente está aquí, ha llegado para quedarse y, por si alguien tiene dudas, Amazon tiene cien mil razones para convencerlo. Entre otras, el precio de sus dispositivos Echo, disponibles ya entre los 35 y los 90 euros.

Pero, hay más, cuando estábamos probando a que los dispositivos se entendieran entre sí, poniendo música aquí y allá, pidiéndole que nos contara chistes, nos leyera libros de Kindel o nos dijera

dónde estaba la farmacia de guardia más cercana -por cierto, con poco éxito -, entró un mensaje que nos decía: “¡Yo no puedo vivir sin mi Alexa! La utili­zamos para todo. Añade cosas a mis listas, me enciende las luces, está sin­cronizada con los termostatos y el robot aspirador, es nuestro equipo de sonido, encuentra mi móvil cuando lo he per­dido, la utilizamos para hacer llama­das, es el sistema de intercomunicación dentro de casa, los niños la utilizan como despertador, les cuenta cuentos por las noches, puedo hacer compras directamente, etc”.

El mensaje llegaba desde Estados Uni­dos, donde ya tienen una gran expe­riencia y donde se dieron cuenta, inmedia­tamente, de que aparecíamos en su relación de usuarios de Alexa, entre quienes puedes realizar videollamadas (si dispones de un Alexa Dot), comunicarte claramente a través de la voz o enviar mensajes.

Elementos disponibles

Son muchos los aparatos que en este mo­mento (18), y a partir de ahora, integrarán Alexa, el asistente digital o la ‘secretaria’ que Amazon ha desarrollado para nosotros; pero como elementos básicos, comercializa­dos por la multinacional americana tenemos los cilindros Echo y Echo Plus (con sonido de alta calidad y sensor de temperatura); Echo Dot para poner el sistema discretamente en cualquier habitación y Echo Spot, con panta­lla y cámara. Además, Amazon comercializa otros terminales que maximizan la utilidad y la experiencia de usuario, como altavoces, enchufes, bombillas o un potente subwoo­fer que hace las delicias de los amantes de los bajos trepidantes.

Por supuesto, necesitamos un teléfono mó­vil con la aplicación ‘Amazon Alexa’, una buena red dentro de casa y un montón de enchufes.

Cada terminal tiene sus instrucciones para realizar la conexión. En primera instancia, muy sencilla pues basta vincularlos todos a una misma red WiFi (el móvil los detecta y seguriza) y atentos a sus códigos de luz (anillos) y a sus sonidos, empezar a utilizar­los. El sistema habla un español clarísimo y la voz resulta muy agradable.

Más allá, para que el uso resulte cómodo y efectivo, a cada elemento se le puede dar un nombre familiar y se le puede incluir la ubicación; de forma que, para encargar pa­quetes, preguntar por cosas que tengamos cerca o el estado del tráfico, sea más exacto.

Así mismo, otros elementos se conectan por Bluetooth y los altavoces o subwoofer, por ejemplo, hay que emparejarlos desde la aplicación, desde la cual también se pueden crear grupos de terminales que se pueden gestionar desde un solo punto. Por

ejemplo, todas las luces de la casa.

La aplicación

Aunque el sistema está disponible para los sistemas operativos más utilizados, está claro que está optimizado para Android, ya que, desde éste, no da ningún problema mientras que, desde iOS, por ejemplo, algunos usua­rios han tenido dificultad (no siempre).

Una vez instalada, la app cuenta con cinco accesos directos principales: inicio, comu­nicación, música y libros, mensajes y dispositivos. En el primero, se puede ver el histórico de uso y las suge­rencias del sistema, en el segundo podemos llamar utilizando la voz, enviar mensajes o comunicarnos in­ternamente mediante ‘drop in’ (entre los dispositivos ins­talados en una misma red). Cuando llamas dentro de tu red no necesitas decir ‘drop in’ sino, simplemente, por ejemplo, ‘llama a la cocina’. Lo que no podemos esperar es que se conecte al teléfono en modo convencional ya que es una red IP que funciona entre usuarios registrados.

El software también detecta ambientes que hayamos activado en cualquiera de las apli­caciones de empresas asociadas, ya que no sólo se vincula a productos de Amazon, sino de la mayor parte de los fabricantes de elementos para hogares inteligentes.

Skills

Además de todo lo dicho o lo que por mu­chos ya es conocido, existen las llamadas ‘Skills’. Aplicaciones desarrolladas por terce­ros a las que se puede entrar invocándolas antes de interactuar. Entre ellas hay diversas categorías: novedades, alimentos y bebidas, clima, compras, curiosidades y humos, de­portes, educación y referencia, estilo de vida, hogar digital, infantil, juegos y curiosidades, local, música y audio, negocios y finanzas o noticias, hasta el momento.

De esta forma, cabe jugar al Trivial Pursuit, comprar unos billetes en RENFE, pedir una receta de cóctel, o encargar comida a alguna pizzería.

¿Cómo empezar? Pues para hacerlo con una sonrisa, vamos a pedirle que nos cante un rap.

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