La inversión se basa en un mapa de cobertura elaborado por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) que detalla lagunas en el acceso por todo el territorio estadounidense, convirtiéndose en una de las inversiones públicas en materia de conectividad más grandes de la historia.
Concretamente, los estados de Texas y California, los más poblados del país, encabezarán la lista de financiación con 3.100 y 1.900 millones de dólares respectivamente, aunque en el top 10 también hay otros menos poblados como los de Virginia, Alabama y Luisiana, entre otros, debido a las amplias zonas rurales con escasa conectividad. En el otro extremo de la tabla se encuentran las Islas Vírgenes que recibirán 27 millones de dólares.
"Para que la economía actual funcione para todos, el acceso a Internet es tan importante como la electricidad, o el agua, u otros servicios básicos"
"Es la mayor inversión en Internet de alta velocidad de la historia. Porque para que la economía actual funcione para todos, el acceso a Internet es tan importante como la electricidad, o el agua, u otros servicios básicos", asegura el presidente estadounidense Joe Biden en un discurso desde la Casa Blanca.
Los legisladores estadounidenses sucumben a la presión de las grandes tecnológicas
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De este modo, la Administración Biden calcula que hay unos 8,5 millones de localidades en Estados Unidos que carecen de acceso a banda ancha, y al igual que ocurre en el resto del mundo, los operadores centran sus inversiones en las zonas pobladas ya que el redito económico es mayor.
"Al igual que Franklin Roosevelt llevó la electricidad a todos los hogares de Estados Unidos a través de su Ley de Electrificación Rural, el anuncio forma parte de un esfuerzo más amplio del presidente Biden por llevar inversiones, puestos de trabajo y oportunidades directamente a las familias trabajadoras y de clase media de todo el país", defiende Jeff Zients, jefe de Gabinete de la Casa Blanca.