Si bien es cierto que los documentos oficiales del DoJ no mencionan a Huawei como implicada en el intento de soborno, medios locales como la CNN apuntan a que sí está involucrada.
Como si de una película se tratara, los dos espías chinos habían desarrollado una relación con un funcionario estadounidense en 2017, empleado del gobierno estadounidense que trabajaba como agente doble bajo la supervisión de la Oficina Federal de Investigación.
Gouchun He y Zheng Wang, tal y como ha nombrado a los agentes chinos el DoJ, pidieron al funcionario estadounidense que obtuviera información confidencial sobre testigos, posibles nuevos cargos y pruebas del juicio contra Huawei. A cambio, éste recibió miles de dólares en efectivo y joyas. Tras ello, los dos espías siguieron pagando al funcionario estadounidense a cambio de información, enviando miles de dólares en pagos de bitcoin hasta hace solo unos días.
A medida que avanzaba la investigación, He y Wang aumentaron sus esfuerzos para interferir en el proceso judicial contra Huawei, pidiendo al funcionario que grabase a los fiscales durante las reuniones de estrategia del juicio para compartir información no pública con Huawei.
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A cambio, el funcionario estadounidense dio a los dos presuntos espías chinos una fotografía de un documento de una sola página con una marca falsa de "clasificado" relacionada con el caso. Para ello, se pagó 41.000 dólares en bitcoin al funcionario.
Se trata de "un intento atroz de proteger a una empresa con sede en ese país de la rendición de cuentas y de socavar la integridad de nuestro sistema judicial"
En esta línea, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, ha asegurado que se trata de "un intento atroz por parte de funcionarios de inteligencia de la República Popular China de proteger a una empresa con sede en ese país de la rendición de cuentas y de socavar la integridad de nuestro sistema judicial".
La Justicia estadounidense ha presentado cargos contra 13 ciudadanos chinos, entre los que se encuentran estos dos espías a los que se les acusa de “intentar obstruir, influir e impedir el enjuiciamiento de una empresa de telecomunicaciones con sede en China”.
Por el momento, Huawei no se ha pronunciado.
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