Vodafone España atraviesa una etapa decisiva en el mercado nacional de telecomunicaciones. Tras años de pérdida de peso frente a sus competidores, la compañía encara un profundo proceso de transformación bajo el liderazgo de Zegona y José Miguel García, conocido por su papel en la reestructuración y posterior venta de Euskaltel y Jazztel. Este cambio llega en un contexto marcado por la presión competitiva, el avance tecnológico y la creciente expectativa de consolidación sectorial.
García (Vodafone España) abre la puerta a nuevas fusiones en el mercado español
Vodafone España atraviesa una etapa decisiva en el mercado nacional de telecomunicaciones. Tras años de pérdida de peso frente a sus competidores, la compañía encara un profundo proceso de transformación bajo el liderazgo de Zegona y José Miguel García, conocido por su papel en la reestructuración y posterior venta de Euskaltel y Jazztel. Este cambio llega en un contexto marcado por la presión competitiva, el avance tecnológico y la creciente expectativa de consolidación sectorial.
En una entrevista con el diario El Mundo, el consejero delegado de Vodafone España no elude el debate que domina la agenda: la concentración del mercado. “España lleva consolidando 30 años y lo va a seguir haciendo otros 30”, apunta García, subrayando que el país cuenta con una experiencia en este tipo de procesos sin comparación en Europa. El directivo insiste en que el grupo analizará todas las oportunidades que resulten “viables para los accionistas, clientes y empleados”, sin descartar ningún escenario.
Telefónica en el horizonte: ¿venta o expansión?
Las especulaciones sobre un movimiento corporativo de gran envergadura se intensifican. Entre las hipótesis que circulan, una de las más comentadas es la posibilidad de una integración con Telefónica. Aunque García evita confirmar negociaciones, reconoce la posición estratégica de Vodafone en España, lo que le otorga, dice, “altura para analizar todas las oportunidades del mercado”.
Al mismo tiempo, el ejecutivo abre la puerta a operaciones en sentido inverso: adquisiciones de menor tamaño que refuercen la posición competitiva de la compañía. “Lo bueno es que somos actores relevantes”, resume, dejando claro que el mapa de las telecomunicaciones españolas sigue siendo un terreno fértil para movimientos corporativos.
Infraestructura y nuevas alianzas
En el terreno de infraestructuras, Vodafone ha dado pasos significativos mediante la constitución de dos empresas de fibra junto a Telefónica y MásOrange, movimiento que, en palabras de García, “denota la madurez del sector y fortalece el mercado mayorista de infraestructuras”. La compañía no descarta que iniciativas similares puedan producirse en el ámbito móvil, aunque por ahora no existen proyectos concretos.
Asimismo, el operador ha reabierto su actividad mayorista, un segmento que había quedado relegado en el pasado. En este marco, ha cerrado acuerdos con empresas como PTV y Silbo, y prevé captar más socios en los próximos meses.
Reestructuración interna y apuesta tecnológica
Desde la llegada de Zegona, la compañía ha puesto en marcha más de 400 acciones orientadas a la eficiencia y la adaptación al mercado local. Este plan ha incluido la creación de “La Fábrica”, una unidad que centraliza la gestión de red, sistemas y operaciones, liderada por Julia Velasco. La reorganización busca optimizar el opex y el capex, con un enfoque claramente orientado al cliente español.
Vodafone mantiene dos marcas estratégicas: la enseña principal, Vodafone, posicionada en el segmento premium, y Lowi, orientada a usuarios que priorizan la relación calidad-precio. Según García, la compañía no persigue competir en el terreno del low cost, sino reforzar la percepción de valor con servicios convergentes, despliegue de 5G y simplificación de la comunicación con los clientes.
En paralelo, el negocio empresarial se consolida como uno de los pilares más sólidos. Vodafone es el segundo operador en el segmento corporativo y cuenta con 10 millones de conexiones IoT, cifra que le sitúa como líder europeo en este ámbito. La compañía también ha puesto el foco en ciberseguridad, con la creación de un nodo especializado en Cataluña, y en la aplicación de inteligencia artificial para optimizar la red y desarrollar nuevos servicios.
Superada la fase de estabilización, Vodafone entra en lo que su dirección define como una etapa de “transformación profunda”, apoyada en la digitalización, la optimización de costes y el refuerzo de las infraestructuras. Con el mercado español como uno de los más competitivos y sofisticados de Europa, la estrategia de Zegona busca situar de nuevo a la compañía en el núcleo del sector.
El caso Finetwork: una batalla judicial
El proceso de transformación de Vodafone coincide con un conflicto abierto con Finetwork, derivado de los impagos por el uso de la red. La deuda acumulada ha derivado en un procedimiento judicial, lo que alimenta especulaciones sobre una posible capitalización como vía para resolver la situación. Sin embargo, la compañía se limita a señalar que el asunto “seguirá su curso” y evita ofrecer más detalles.