Las ponencias llevadas a cabo durante la III Jornada sobre Tecnología y Seguridad Vial en Madrid, analizaron los principales riesgos en seguridad vial y cómo el desarrollo de tecnologías como los sistemas ADAS pueden ayudar a reducir muchos de los accidentes que se producen actualmente, sobre todo causados por el factor humano.
En el contexto de la III Jornada sobre Tecnología y Seguridad Vial celebrada en Madrid esta semana y organizada por RTVE, FESVIAL y Fundación ONCE, se hizo hincapié sobre los riesgos en seguridad vial y las tecnologías con el fin de poder evitarlos.
Factores que influyen sobre la seguridad vial
Según datos de la DGT, el principal factor de riesgo para la seguridad vial es el humano. De hecho, el 32% de los accidentes con víctimas mortales sucedidos durante el 2017 se ha debido a distracciones del conductor. Asimismo, el 12% están relacionados con el cansancio, que a su vez conduce a distracciones, el 28% con ir a una velocidad inadecuada y en menor porcentaje, con el consumo de drogas y alcohol.
La edad media de los vehículos implicados en accidentes con víctimas ha sido de 12 años.
Por otra parte, el aumento de la edad media del parque móvil en España también se ha convertido en un factor clave de riesgo. La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ANFAC, registra que más de 7 millones de coches tienen más de 10 años. De hecho, la edad media de los vehículos que se han visto implicados en accidentes con víctimas ha sido de 12 años.
Coches autónomos, un punto a favor de la seguridad vial
Como bien se ha comentado durante las ponencias, el desarrollo del coche autónomo representará un punto de inflexión sobre la seguridad vial. Si bien aún queda recorrido para su completo desarrollo, las tecnologías de sistemas avanzados de asistencia a la conducción, ADAS, han pasado a ser una realidad y resultan claves en la reducción de accidentes relacionados con el factor humano.
Los sistemas ADAS resultan claves en la reducción de accidentes relacionados con el factor humano.
El problema con los automóviles actuales y la seguridad vial no solo deriva del envejecimiento de los vehículos, sino también de la falta de tecnología de prevención de accidentes que por el contrario, sí integran los coches nuevos.
De acuerdo con un estudio de la DGT, la aplicación de esta tecnología podría haber evitado 4.000 atropellos el año pasado y 19.000 siniestros relacionados con salidas involuntarias de carril. Además, reduciría el 54% de los accidentes por colisión frontal.
Así, concluyeron la jornada con el impulso a la concienciación de una conducción prudente, que combinada a la tecnología existente y futura, contribuirá a reducir las víctimas mortales a 0.
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