La Secretaría de Estado de Inteligencia Artificial y Digitalización confía en terminar el desarrollo de la app el 26 de junio e iniciar las pruebas en Canarias el 29 de este mes, un proyecto piloto que se alargará hasta el 13 de julio, con el cual el equipo de Carme Artigas confía en poder dilucidar la utilidad real de la app y los problemas que puedan surgir de cara a evaluar un lanzamiento a nivel nacional.
La Secretaría de Estado tenía clara su intención de lanzar una app de rastreo que ayudase a los ciudadanos a protegerse y estar seguros ante la amenaza aún real de coronavirus Covid-19, a la vez que ayuda a las autoridades sanitarias en el control de la pandemia. En este sentido, Artigas y su equipo han esperado hasta que Apple y Google han publicado sus respectivas APIs para empezar el desarrollo de la app.
“No se trata de una carrera de quién llega primero, sino de quién llega mejor y con mayor solvencia tecnológica para conservar la privacidad de los datos”
La app “no es sencilla”, según fuentes de la secretaría, ya que cuenta con un complejo desarrollo centrado en la privacidad de los datos ya que todos los datos se registran en el teléfono del usuario, nunca en servidores del Gobierno ni de terceros y la trazabilidad se realiza a través de Bluetooth, en lugar de hacerlo a través de la geolocalización como sí han hecho otros gobiernos como el de Reino Unido, que en los últimos días ha empezado a estudiar cambiar su modelo.
“No se trata de una carrera de quién llega primero, sino de quién llega mejor y con mayor solvencia tecnológica para conservar la privacidad de los datos”, explican desde la secretaría.
Con esta prueba piloto en las Islas Canarias, el Gobierno quiere analizar la adopción de los usuarios y de los turistas para estudiar su viabilidad y su utilidad. “Es un piloto. Vamos a probar y veremos si sale bien o mal”, detallan.
El desarrollo coloca a España como el cuarto país del mundo en lanzar un piloto con la API de Apple/Google y será el primer piloto que se centre en la experiencia del usuario y el único que simulará contagios, lo que permitirá recabar mejores datos.
Desarrollo open source
El Consejo de Ministros ha dado luz verde al contrato, que diseña, desarrollar y evalúa la prueba piloto para la app de rastreo, suscrito con Indra por un importe de 330.537 euros. La iniciativa aprovecha un primer desarrollo ya realizado con Indra, adecuando los protocolos nuevos de interoperabilidad y las APIs de Google y Apple.
Según fuentes de la Secretaría de Estado, al igual que la app de auto diagnóstico de la Covid-19, Asistencia Covid-19, la app de rastreo se ha desarrollado aprovechando open source y una vez esté completada se publicará como código abierto para permitir el acceso a esta tecnología a más instituciones.
El desarrollo emplea un modelo descentralizado, basado en el protocolo DP-3T, el más respetuoso con la privacidad del usuario. Esto implica que sólo se envían al servidor los identificadores cifras que cada móvil emite, no los que recibe de otros terminales cercanos.
De este modo, cada cierto tiempo los móviles descargan los nuevos identificadores de contagios confirmados para comparar con sus registros, lo que implica que el cotejo de datos y el análisis del riesgo de contagio se lleva a cabo en el propio móvil del usuario, y no en un servidor.
Cómo funciona la app de rastreo
La app emplea la conexión Bluetooth del terminal, permitiendo que el móvil emita y observe identificadores anónimos, que cambian periódicamente, de otros teléfonos. De este modo, cuando dos terminales han estado próximos durante un determinado periodo de tiempo, ambos guardan el identificador anónimo emitido y en caso de que uno de los dos sea diagnosticado positivo de Covid-19 tras realizarse un test PCR se enviará una alerta. Sin embargo, la decisión de informar del positivo es libre y no obligatoria para el usuario.