Más allá de la normativa, la tecnología podría llegar en ayuda del fútbol para zanjar, de una vez por todas, el debate sobre el fuera de juego, tal y como ocurrió en su día con la tecnología en línea de gol (GLT: Goal-line technology).
La historia se repite. Especialmente la de los errores. Y el partido entre Francia y España y el debate posterior que se ha generado, recuerda a la situación vivida durante el Mundial de Sudáfrica de 2010 y que acabaría siendo el germen de la Goal-line technology. A raíz del tanto increíblemente anulado al jugador inglés Frank Lampard en el partido de octavos de final del contra Alemania disputado en Bloemfontein el 28 de junio de 2010, en el que claramente se ve que el balón entra en la portería, empezaron de nuevo las presiones para incorporar al fútbol sistemas que permitiesen determinar si el balón traspasa o no la línea de gol de la portería.
Aunque lo españoles ya sufrimos en su día también lo del gol fantasma con el derechazo al larguero de Michel en el partido contra Brasil en el Mundial de México 86 y que, inexplicablemente, nunca subió al marcador, lo cierto es que desde el Mundial de Sudáfrica la FIFA fue aprovechando diversas competiciones menores como el Mundial de Clubes de Japón de 2012 o la Copa Confederaciones de 2013 para usar diferentes tecnologías similares a la del ojo de halcón del tenis para dictaminar, de forma automática, si el balón entra en la portería.
La normalización de esta tecnología que se vale de cámaras colocadas en ambas porterías que graban vídeo en alta velocidad para calcular la posición de la pelota con relación a la línea de gol siguiendo el vuelo del balón, empezó en la final de la Champions de 2016 entre Real Madrid y Atlético de Madrid.
La inteligencia artificial sería un aliado más para notificar en tiempo real al árbitro sobre la situación ilegal de un jugador
Ahora, podría llegar el turno a la inteligencia artificial para acabar con la polémica del fuera de juego. Arsene Wenger, director de desarrollo del fútbol mundial de la FIFA ha dejado caer que el fuera de juego se podría pitar de forma automática en 2022 coincidiendo con el Mundial de Qatar. Del mismo modo que con la Goal-line technology, la inteligencia artificial sería un aliado más para notificar en tiempo real al árbitro sobre la situación ilegal de un jugador, pero seguirá siendo el árbitro el que tenga la última palabra.
Con la ayuda de la inteligencia artificial el VAR podría dar ese salto cualitativo a la hora de regular determinadas jugadas polémicas. No en vano, hoy al VAR le cuesta medir con exactitud el punto exacto en el que se encuentra el balón y la línea del jugador por el tipo de velocidad de fotograma de las cámaras ubicadas en los estadios. Además, es el VAR quien determina los puntos exactos de salida del balón y ubicación de los jugadores, con ayuda de imágenes 3D sobre pantallas 2D, lo que suele exasperar a los aficionados, sobre todo, porque son decisiones y comprobaciones que pueden durar varios minutos. Wenger reconocía hace unos meses en una entrevista que de media el VAR tarda unos 70 segundos en determinar si hay fuera de juego o no, y pueden ser hasta 120 o incluso más en aquellas jugadas muy dudosas en las que resulta muy difícil apreciar la posición de atacante y defensor.
La FIFA apuesta por la Inteligencia Artificial para mejorar el VAR
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Pero esto podría cambiar con la tecnología Tracab de inteligencia artificial que está usando la compañía sueca Chyron Hego, y que ha sido validada por la FIFA. La compañía nórdica usa cámaras y unos wearables en forma de bola para hacer un seguimiento milimétrico de las extremidades de los jugadores y así poder detectar de forma automática la posición de un jugador mediante la creación de modelos tridimensionales.
La tecnología, aplicada a los entrenamientos (Coach Paint), ya la están usando equipos de la NFL, NHL, Premier League y Bundesliga, entre otros.
Aplicada para el fuera de juego, las soluciones para mejorar la precisión del punto de patada incluirían el seguimiento de datos utilizando tecnología de sensores de sistemas de cámaras, mientras que el esqueleto de un jugador se modelaría para identificar qué parte del cuerpo de un jugador está más adelantada. De esta manera, se podría detectar con una mayor precisión el punto de patada y del balón, la ubicación exacta de los jugadores sobre el terreno de juego y todo ello en tiempo real, sin tener que esperar a trazar líneas en el VAR o esperar a que se marque un gol y el juez de línea levante la bandera de fuera de juego.
La IA sólo ayudará a que no celebremos con alegría un gol que nunca subirá al marcador
La tecnología para pitar de forma automática los fueras de juego podría tardar en llegar menos de lo que tardó la tecnología de línea de gol si finalmente se usa de forma oficial en el Mundial de Qatar el próximo año e incluso en la Premier League en 2023. De hecho, en la última prueba realizada este verano por el Grupo de Trabajo para la Innovación y la Excelencia de la FIFA se abordaron cuestiones como la determinación exacta del punto de golpeo del balón ya que hay evidencias en recientes pruebas de precisión de que los operadores humanos tienden a elegir diferentes partes del cuerpo para las líneas de fuera de juego.
Y ese, puede que sea el gran reto. No tecnológico, sino semántico, pues habrá que definir bien claro el concepto de fuera de juego, ya que esa explicación inteligente aún es cosa de humanos. La IA sólo ayudará a que no celebremos con alegría un gol que nunca subirá al marcador.
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