Prueba Philips Air Cooker 3000 Series: cocina sin tener ni idea

Generalmente se ha concebido a las freidoras de aire como unos dispositivos que nos ayudan a cocinar de forma más saludable debido a que no es necesario utilizar aceite. Sin embargo, esto no es del todo cierto y no todos los dispositivos tienen las mismas ‘habilidades de cocina’ por lo que es necesario aprender ciertas cosas antes de darles uso.

La Philips Air Cooker 3000 Series es un dispositivo que va un poco más allá y de ‘freír’ con aire pasa a cocinar de verdad. Este dispositivo es todo un chef y basta con aprender un par de comandos sencillos para elaborar platos realmente deliciosos.

Primeras impresiones

La caja, aunque pueda parecer algo voluminosa, no es extremadamente pesada, este dispositivo no supera los 10 kilos y eso que incluye varios utensilios incluso además del aparato en sí.

La air cooker de Philips logra llamarnos la atención por su estética y diseño, debido a que se trata de un dispositivo con un acabado muy pulido a pesar de que los materiales son el plástico y el aluminio, mientras que todos los complementos que trae destacan por su extrema ligereza y maniobrabilidad, están perfectamente pensados para encajar a la perfección entre ellos y poder almacenarlos de forma sencilla.

Junto con el dispositivo como tal encontramos también los típicos manuales de uso, la garantía y ciertas instrucciones, en este caso, de gran utilidad debido a que nos aclaran qué complementos en concreto pueden lavarse en el lavavajillas, por ejemplo y como debemos cuidar y limpiar nuestro dispositivo.

Con estos manuales también aprenderemos a instalar la app de Philips para conectar nuestra ‘cocinadora de aire’ a nuestro smartphone y así poder realizar recetas paso a paso y programar desde nuestro dispositivo móvil tanto la temperatura como el tiempo de cocción.

La ponemos en marcha

Al ser nuestra primera air cooker, en un principio pensábamos que iba a llevarnos un buen rato configurar el dispositivo y ponerlo en marcha, tontos de nosotros porque lo que se tarda en poder cocinar cualquier cosa son literalmente 15 segundos.

Con el simple hecho de enchufar el dispositivo, colocar dentro la bandeja que consideremos oportuna para la cocción, darle al botón encender, seleccionar un modo automático y darle a comenzar, estaremos cocinando una rica cena sin mayor esfuerzo.

Una vez enchufado el dispositivo y tras pulsar el botón de encender, veremos que el equipo dispone de hasta 4 modos distintos que se dividen en cocina al vapor, cocción lenta, horneado de repostería y el modo manual. Dentro de cada una de estas secciones encontramos otras opciones alternativas como el modo recalentado, el modo descongelamiento o el modo tostado, además de poder personalizar todas esas alternativas gracias al modo manual que nos permite adaptar cada detalle.

Es importante destacar la diferencia entre estos modos y la ayuda que ofrece en este sentido la app NutriU de Philips que nos indica cuando es necesario agregar agua al fondo del dispositivo, por ejemplo o la temperatura que debemos establecer para realizar ciertos alimentos de la forma correcta.

Una vez elegido el modo de cocción dependiendo del alimento que vayamos a elaborar, es tan sencillo como elegir la bandeja adecuada (o varias bandejas si tomamos la decisión de cocer varios alimentos distintos al mismo tiempo) e introducirla dentro del dispositivo con los ajustes que se indican en la aplicación y el modo adecuado para la cocción.

El dispositivo crea el clima perfecto de temperatura, humedad y tiempo para elevar el sabor de los plazos garantizando la máxima calidad nutricional gracias a la tecnología Nutri Flavor y a esto es a lo que nos referimos cuando decimos que más que un robot de cocina es todo un chef que se asegura de dar a los ingredientes el mejor trato posible para obtener un resultado óptimo y conservar hasta el 90% de los nutrientes.

Detalles adicionales

Es importante destacar la gran variedad de superficies y accesorios que se incluyen que sirven para poder cocinar una mayor variedad de platos sin esfuerzo desde una cesta para verduras crujientes, hasta la bandeja inferior para asados pasando por la doble bandeja superior para elaborar cocciones mixtas de varios ingredientes y mayor cantidad.

Este detalle final, sumado a que el dispositivo cocina hasta un 30% más rápido ahorrando hasta un 70% de energía es un dato a tener muy en cuenta ya que a fin de cuentas, la air cooker de Philips no deja de ser un horno de menor tamaño con opciones extra, pero el ahorro de energía y la facilidad de uso hacen que podamos aprovechar mejor este dispositivo.

El equipo cuenta con un cable de 80 centímetros por lo que se trata de un dispositivo para mantener fijo en un lugar y dispone de una potencia de entre 1.500 W y 1.650 W con características como el control de temperatura, el control de la humedad, el control del tiempo, una pantalla LED y la desconexión automática para no quemar los ingredientes.

Además todos sus accesorios salvo la tapa son aptos para lavavajillas por lo que la limpieza se vuelve mucho más sencilla.

Conclusiones

Para no extendernos demasiado, vamos a concluir rápidamente con que la Philips Air Cooker 3000 Series es un dispositivo que definitivamente vale la pena comprar.

Inicialmente este tipo de dispositivos fueron catalogados de forma humorística como elementos para hacer la vida más sencilla a aquellas personas que viven solas y no saben cocinar, ¿y qué si es así?

Se trata de un robot de cocina realmente útil, con modos de uso realmente sencillos y que ofrece resultados muy satisfactorios. Con el simple hecho de aderezar previamente los elementos que vamos a cocinar, tenemos el trabajo hecho en un 99% ya que solo nos queda elegir un modo de cocción.

Es cierto, que por poner alguna pega, hemos echado en falta un modo de limpieza más eficiente, algo similar a los míticos hornos pirolíticos que anunciaba Arguiñano, pero por un precio de unos 500€ y todo lo que nos ofrece, consideramos que se adapta a la oferta.