IPod Touch Agilidad, espectacularidad y conexión

Una pantalla con un botón, dos puertos y un interruptor es prácticamente toda la descripción que se puede hacer del iPod Touch. El botón, simplemente un retroceso, nos facilita el retorno a un punto de partida, la pantalla de espera, referencia indispensable para cualquier operación que queramos realizar. Sobre todo si tenemos en cuenta que no hay que estar preocupado por cerrar las aplicaciones, las cuales se minimizan y quedan inactivas en el punto donde lo dejamos hasta que volvemos a ellas. En esa pantalla transflectiva, retroiluminada, táctil, dactilar y de doble toque se muestran una serie de iconos (casi tantos como queramos) que no son otra cosa más que widgets, accesos directos que nos abren, sin más pasos previos, una aplicación. Lo hacen al toque de un dedo para luego, a modo de magia, permitirnos movernos empujando la imagen de un lado a otro, girando, o haciendo zoom sobre una zona que señalamos al realizar un movimiento natural de apertura con el dedo índice y el pulgar. Navegar con WiFi La primera versión que nosotros hemos probado, la última que ha salido al mercado (ya actualizada con respecto a la primera) lleva conectividad WiFi, la primera opción que se abre en el menú de ajustes y que, como en todo el sistema operativo, resulta muy fácil entrar y realizar una conexión. Diríamos que lo hace todo de forma automática porque un toque no es esfuerzo para ningún ser humano. El submenú de conexión a redes WiFi ofrece tres posibilidades: si quieres tener la transmisión abierta o no. A qué red de las visibles o conocidas te quieres conectar (si no aparece la que queremos, se puede forzar la conexión a través de la introducción de datos) y si se nos debe preguntar antes de iniciar la comunicación o la realiza el sistema automáticamente. Por supuesto, hay opciones avanzadas para conocer parámetros más complejos, pero para los usuarios ajenos a la tecnología basta saber lo que hemos comentado y que al lado de cada red aparece un icono de red privada (se necesita clave para conectarse) y el de nivel de cobertura. Si ya tenemos conexión, podemos entrar en el navegador Safari, de nuevo intuitivo y con una peculiaridad, que ‘cacharreando’ durante tres minutos cualquiera comprende el sistema: una lupa para el buscador, un bucle de retroceso, flechas para indicar adelante o atrás en la navegación, un libro para la relación de favoritos (dentro sólo editar y ok) y un icono con minipáginas que nos muestra el número de webs que tenemos disponibles en el historial; sobre el cual si pulsamos podemos ver todas y cada una de ellas y las podemos mover, una vez más, arrastrando el dedo. Como detalle unos puntitos que nos posicionan en el sitio exacto en que nos encontramos (en qué página con respecto a todas las que tenemos abiertas). Cuando tenemos abierta una web el movimiento dactilar de apertura antes mencionado nos permite maximizar el fragmento de la página sobre el que tenemos interés y desplazarla con facilidad, al mismo ritmo que el movimiento del dedo. La mayoría de los enlaces son activos y se navega bien por ellos, aunque los muy ‘tekis’ para los que el tiempo es oro, aseguran que el procesador (400 Mhz) es lento. Nosotros consideramos que es más que suficiente. Aplicaciones Un calendario flexible y práctico sobre el que se escribe, como en el resto de las funciones del sistema que lo requieren, con un teclado virtual muy gracioso que, a modo de juego infantil, dimensiona la letra que pulsamos. La agenda de contactos, de diseño muy limpio, con posibilidad de introducción de imagen y de todo tipo de datos, facilita, incluso, la organización  por grupos. Tanto para una como para otra función, los usuarios echan de menos algo habitual en cualquier PDA, un buscador potente que con cualquier indicación nos lleve hasta el dato o registro que requerimos. Por lo demás, esta versión viene cargada con acceso directo a You Tube, a la Bolsa, a una página de tiempo donde sólo tienes que indicar el nombre del pueblo, ciudad o país sobre el que quieres datos; calculadora, notas, mapas (Google maps) con indicador de rutas y visión cartográfica, satelital o híbrido. Pero si queremos, por ejemplo, abrir el portal de tecnología Zonamovilidad o Wikipedia, o un juego on-line, no hay más que abrir la página, darle al + que aparece en la zona inferior e indicar que queremos que se cree un widget y se muestre en la pantalla  de inicio; a partir de ese momento, un simple toque bastará para abrirla actualizada. Entre las muchas cosas que nos quedan por mencionar, el acelerómetro, sensor de movimiento que nos cambia el sentido de la imagen al girar físicamente el dispositivo. Este giro muchas veces lleva parejo el cambio de imagen. Por ejemplo, al rotar el reproductor se nos muestra la colección de música como una biblioteca física de CDs sobre los que podemos movernos a gran velocidad. La galería de imágenes… dejamos que la descubran pero, con lo dicho, se la pueden imaginar: calidad y agilidad máxima. Sobre el reproductor, nada que escribir, el nombre iPod lo califica y como detalles negativos: tanto toque ensucia mucho los pulidísimos materiales en que está fabricado y en cuanto al sistema, además del fallo en la carencia de buscador interno, un diccionario predictivo tenaz que se empeña en poner lo que el quiere y no siempre lo que le indicamos, lo cual nos obliga a repetir una y otra vez (no descarto torpeza por nuestra parte).