Según ha podido saber Zonamovilidad.es, la empresa con la que opera en España la compañía, Orange Espagne SAU, ha comunicado a sus empleados el plan de ajuste de empleo, por lo que se convocará a la representación legal de los trabajadores en los próximos días a una primera reunión para iniciar la negociación sobre la forma en que se va a llevar a cabo el proceso. El proceso se inicia ahora y se alargará, previsiblemente, hasta el mes de junio.
Según los datos remitido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, Orange España cuenta con una plantilla de 3.070 empleados (cuenta también con otros 2.700 empleados en otra filial con empleados para los call center, las tiendas propias), por lo que el ERE propuesto afectaría entorno al 15,7% del total de los empleados de la filial Orange Espagne SAU.
Esto supone el primer gran despido masivo de empleados que lleva a cabo la empresa en nuestro país desde la fusión en 2015 de Jazztel, que provocó el despido de 496 empleados, acogidos todos ellos a un plan de baja voluntaria.
El argumento de Orange España
Orange explica que esta decisión se debe a la situación crítica del sector que “lleva años encadenando pérdidas de ingresos como consecuencia del a hipercompetitividad del mercado y la multiplicidad de actores low cost”, lo que ha llevado a la compañía a “un gran reto” porque la firma tiene que seguir haciendo inversiones para el despliegue de la 5G y necesita reducir sus costes y adoptar la operación a estos cambios estructurales “para garantizar la competitividad de la compañía”.
La decisión de Orange España llega apenas nueve meses después de que la compañía confirmara a Jean-François Fallacher como nuevo CEO de la filial española y tras varios trimestres con unos delicados resultados económicos. En 2020, la compañía reportó 4.951 millones de euros en ingresos, lo que supone un 5,9% menos que en 2019 en los últimos resultados trimestrales, Orange registró una caída de su facturación del 7,4%.
En ambos casos, y como ya viene siendo común en la firma francesa, la compañía ha señalado a la guerra comercial, al alto precio del fútbol y a la tendencia del sector hacia el low cost, reduciendo así el ARPU (ingreso medio por cliente) en sus diferentes marcas.
“La recuperación del mercado español sigue siendo prioritaria”
La situación de la compañía es especialmente crítica en España, como ya reconoció el propio Stéphane Richard, presidente y consejero delegado del Grupo Orange, apuntando a que “la recuperación del mercado español sigue siendo prioritaria”.
Siempre que se la ha preguntado al respecto a Fallacher, el directivo ha rechazado la posibilidad de que la firma fuera a realizar un ajuste de personal, salvo en los últimos resultados económicos relativos al primer trimestre del año, en el que dejó la puerta abierta a ello por las malas perspectivas financieras.
En este sentido, Orange acumula varios meses liderando el registro de las portabilidades, pero en el lado negativo de la tabla, lo que llevó a la firma a perder en 2020 más de 400 mil líneas móviles y más de 35.000 clientes de banda ancha.
Ante esta situación, Orange ya ha anunciado su intención de llevar a cabo un importante reajuste en su oferta comercial, con la eliminación de República Móvil, un proceso que ya está en marcha y que migrará todos sus clientes a Simyo. Además, se queda la puerta abierta a llevar a cabo un proceso similar con Amena, con el objetivo de reforzar su marca low cost más fuerte y eliminar duplicidades y cargas de trabajo innecesarias para sostener varias marcas.
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