Panasonic ha anunciado una reestructuración profunda que incluye el recorte de 10.000 puestos de trabajo a nivel mundial, equivalentes a más del 4% de su plantilla global.
La medida, que afecta a partes iguales a empleados en Japón y en el extranjero, se aplicará mayoritariamente durante el actual ejercicio fiscal y responde a un esfuerzo por eliminar operaciones sin proyección de crecimiento y aumentar la rentabilidad en un entorno tecnológico cada vez más competitivo.
La multinacional japonesa Panasonic prevé asumir un coste de reestructuración de aproximadamente 130.000 millones de yenes (unos 895 millones de dólares) hasta marzo de 2025. Esta decisión forma parte de un plan estratégico para preparar a la compañía de cara a las próximas dos décadas, en palabras de su consejero delegado, Yuki Kusumi. “Lo siento de verdad, pero si no reducimos drásticamente nuestra estructura de costes fijos, no podremos volver a perseguir el crecimiento”, ha asegurado durante la presentación de resultados.
Redefinición de prioridades tecnológicas, ¿qué pasará con las teles?
Fundada hace más de un siglo en Osaka, Panasonic busca consolidarse en áreas tecnológicas con mayor potencial de crecimiento. Entre ellas se encuentran la generación y almacenamiento de energía eficiente, así como los sistemas de alimentación para centros de datos, sectores clave ante el auge del consumo energético digital. Estas líneas de negocio se sumarán al desarrollo de baterías para vehículos eléctricos y a la continuidad de sus operaciones en electrodomésticos, áreas donde la compañía mantiene una posición consolidada.
El nuevo rumbo implica también el abandono progresivo de divisiones consideradas de bajo crecimiento
No obstante, el nuevo rumbo implica también el abandono progresivo de divisiones consideradas de bajo crecimiento, como dispositivos industriales y televisores. Aunque Panasonic ha logrado mejorar la rentabilidad de su negocio de televisores mediante asociaciones estratégicas, Kusumi reconoce que estas medidas no han sido suficientes y no descartó avanzar en nuevas colaboraciones: “Estamos considerando muchas posibilidades, incluidas alianzas más profundas”.
Para el año fiscal en curso, Panasonic ha previsto un beneficio neto de 310.000 millones de yenes (unos 1.900 millones de euros), ya descontados los costes de reestructuración. Esta cifra se sitúa por debajo de las estimaciones del mercado, que apuntaban a unos 357.000 millones (unos 2.190 millones de euros). Además, la compañía ha señalado que estas previsiones no contemplan aún el impacto de posibles nuevos aranceles por parte de Estados Unidos.
Pese al ajuste, Panasonic reporta un aumento interanual del 74% en su beneficio neto durante el último trimestre fiscal cerrado en marzo, superando las expectativas. Este crecimiento se debe en parte a la expansión de sus operaciones de baterías en EE. UU., aunque reconoce que la demanda en otros mercados ha registrado un descenso significativo.