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jueves 15 de diciembre de 2022, 09:00h

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El nuevo Google Pixel 7 (649 euros) supone una ligera evolución respecto a su antecesor, puliendo detalles sin grandes cambios aparentes. Esto se debe a que, con la familia Pixel 6, Google realizó una gran transformación en sus teléfonos inteligentes, apostando por primera vez por un chip de la casa y un diseño característico para competir de tú a tú con las grandes del mercado. Con esta nueva generación de terminales la gran G busca perfeccionar la fórmula, mejorando aquellos pequeños detalles que no terminaron de convencer en la versión del pasado año, la mayoría de los mismos surgidos a consecuencia de realizar un cambio de tal envergadura. Con el Pixel 6 vimos nacer una nueva generación de teléfonos de Google, y el Pixel 7 supone la consolidación de la estrategia.

Diseño: Más pequeño, pero igual de robusto

Como hemos mencionado en el párrafo anterior, el pixel 7 es muy similar al equipo del año pasado, por lo que en cuanto al diseño, este es prácticamente calcado exceptuando algunos pequeños cambios a destacar. El primero de los mismos, y quizás el más evidente, es que el tamaño se ha modificado ligeramente. En concreto, las medidas se han reducido por su pantalla de menor tamaño, obteniendo de esta forma un dispositivo más compacto. Sus 8,7 milímetros de grosor sin duda no lo convierten en el movil más fino del mercado, pero sus dimensiones generales lo convierten en un equipo cómodo de manejar, incluso con una sola mano

El segundo cambio más evidente a nivel estético se encuentra en la ya icónica barra/módulo de cámaras. En esta ocasión está fabricado en metal y no en cristal como en el Pixel 6. Este nuevo material ayuda en gran medida a aumentar la durabilidad de esta pieza, pues el cristal era propenso a rayones, o incluso a roturas.

Un aspecto que afortunadamente no ha experimentado cambios es la construcción del móvil. Nos encontramos ante un terminal con unos acabados de gran calidad, que aportan una sensación ‘premium’, impulsada en gran medida por los materiales utilizados. Los bordes del Pixel 7 son de aluminio, y la trasera y delantera de cristal con protección Gorilla Glass Victus. Los botones, también de aluminio, se sienten de gran calidad y tienen un click muy satisfactorio, si bien es cierto que con el tiempo pueden llegar a “bailar” ligeramente según vaya apareciendo holgura. Una decisión no exenta de controversia es la colocación de los mismos, pues invierten el orden tradicional quedando el botón de bloqueo encima del control del volumen. Esta colocación, si bien puede requerir un tiempo (corto) de adaptación, no supone mayor problema.

La gama de colores también ha experimentado ligeras variaciones respecto a los modelos del año anterior. La nueva gama de colores, si bien siguen siendo tonalidades pastel, en esta nueva versión son más apagados, más sutiles. Si la nueva gama supone un acierto o no dependerá de los gustos de cada usuario. El Pixel 7 está disponible en tres colores: verde lima (con los detalles metálicos dorados), nieve (detalles plateados) y obsidiana (detalles negros).

Rendimiento: El Tensor G2 muestra toda su potencia

Misma estrategia, nuevo procesador. Google duplica la apuesta por usar un chip propio y como cerebro del Pixel 7 encontramos el nuevo Tensor G2.

Este nuevo procesador de 5 nanómetros tiene un rendimiento excepcional, si bien es cierto que no es el más puntero del mercado pues no llega a alcanzar los números que se obtienen con un A16 Bionic, por ejemplo. En comparación con el chip tope de gama de Qualcomm, el Snapdragon 8 Gen1+, que es el que montan la gran mayoría de sus rivales, el rendimiento es más parecido, pero el Pixel se calienta más, lo que termina ralentizando ligeramente y afecta negativamente a la batería. No obstante, merece la pena recordar que estamos hablando de un rendimiento gama alta por menos de la mitad de lo que cuestan los equipos con los que está siendo comparado.

En líneas generales el Pixel 7 se mueve con gran soltura por las interfaces y todos los menús. Las animaciones aparecen de forma fluida y rara vez se puede apreciar lag o “tirones”. Se puede encontrar en dos versiones de almacenamiento, 128 y 256 GB. A,bas acompañadas de 8GB de RAM DDR5

A la hora de jugar, el Tensor G2 saca músculo junto a la gráfica Mali G710 y ofrece al usuario una gran experiencia, incluso en aquellos juegos más exigentes con gráficos 3D y muchos elementos en pantalla. Pese a que un gran aficionado a los videojuegos se decante más por un equipo con una mayor potencia bruta, aquellos que quieran disfrutar de una partida ocasional pueden confiar en el Pixel 7.

Pantalla: Reduce su tamaño, no sus prestaciones

La pantalla del Pixel 7 es de 6,3 pulgadas (su predecesor montaba una de 6,4) y sus marcos son un poco más reducidos. Este cambio supone un equipo algo más compacto, pero el panel no experimenta grandes cambios. Sigue teniendo una superficie completamente plana, sin curvaturas en los laterales como si incorpora la versión Pro.

Cuenta con una tasa de refresco de 90 Hz, que para algunos se puede antojar un poco escasa viendo que hay equipos de menor precio que llegan hasta los 120 Hz. Sin embargo, esto no supone un gran cambio en el uso real del día a día, pero si afecta negativamente a la batería. La resolución es Full HD+ (2400 x 1080), y tiene una densidad de 416 píxeles por pulgada.

El panel cuenta con tecnología HDR 10+ para una reproducción de contenido multimedia de mayor calidad. En lo relativo al brillo, según Google alcanza hasta un pico de 1400 nits. Esto, en cuanto al uso diario, se traduce en que no habrá problemas de visualización en exteriores muy luminosos. A su vez, el ajuste automático del brillo funciona de forma correcta; rápida y eficaz.

Un panel OLED impica negros puros y colores vibrantes. En el caso del Pixel 7, que cuenta con esta tecnologia en su oantalla, la represenracion del color es buena, sin saturación artificial. La tonaliad se puede modificar en los ajustes.

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Experiencia de uso: Los detalles marcan la diferencia.

Es en el uso diario y en lo cuidados que están sus detalles donde el Pixel muestra su ventaja respecto a otros móviles Android de características similares.

El Pixel 7 viene con la última versión del sistema operativo de Google, Android 13, Siguiendo la misma filosofía que el dispositivo analizado, esta versión de Android no supone un gran cambio, sino que pule y mejora a su predecesora. Estéticamente sigue la misma línea marcada por Material U con algunos cambios, por ejemplo, en los iconos de aplicaciones como teléfono o mensajes.

El Pixel 7 viene con la última versión del sistema operativo de Google, Android 13, Siguiendo la misma filosofía que el dispositivo analizado, esta versión de Android no supone un gran cambio, sino que pule y mejora a su predecesora

Además de ofrecer la auténtica versión de ‘Android puro’ la gran G Incluye ciertas características exclusivas para el Pixel que ayudan a mejorar la experiencia del usuario. Entre ellas se encuentran el dictado por voz, impulsado por la IA de Google, que funciona realmente bien. Escribe casi a la misma vez que estamos dictando. Los subtítulos automáticos son otra función interesante. Estos detalles redondean la experiencia y son interesantes añadidos que ayudan a definir el gen Pixel.

Una función ya clásica (y exclusiva) de los teléfonos de la firma estadounidense es su reconocimiento automático de canciones. Esta utiliza los micrófonos para poner en la parte inferior de la pantalla de bloqueo la canción que esté sonando en ese momento concreto, sin la necesidad de buscarla específicamente ni descargar apps de terceros. Posteriormente el usuario puede consultar una lista con todas las canciones detectadas y añadirlas a su aplicación de streaming musical predilecta.

Una característica que sirve como muestra de la atención al detalle de Google con sus teléfonos es el motor de vibración. Este ámbito se suele obviar en la mayoría de pruebas pues habitualmente no hay nada que destacar, pero en el Pixel 7 si requiere una mención. Esto se debe a lo bien que funciona. La respuesta háptica al tocar la pantalla y escribir en el teclado, navegar por los menús… etc, es excelente y se nota que se ha puesto especial atención en que sea de esta forma.

El aspecto no tan positivo lo encontramos en la batería. No se puede afirmar que el Pixel 7 tiene una mala batería pues esto sería mentir, pero sí es cierto que se queda claramente por detrás que otros dispositivos del mismo rango de precios.

La capacidad de la batería es de 4335 mAh, ligeramente menor que la del año pasado debido al cambio de tamaño. La autonomía en sí no destaca, ni para bien ni para mal, y se pueden obtener unas 5 horas de pantalla encendida. La principal queja es con la tecnología de carga rápida. Esta es de 30W si se está utilizando cable, y de 20W si se opta por un cargador inalámbrico. Estas cifras están claramente por detrás del estándar en la industria, y dispositivos de precios inferiores cuentan con carga rápida mucho más avanzada, de hasta 80W. Además, en la caja no se incluye el bloque de carga, únicamente el cable, lo que dificulta aún más el acceso a la carga rápida. Con sus números, el Pixel 7 necesita aproximadamente una hora y media para cargarse por completo partiendo de cero.

Google ha decidido traer de vuelta el reconocimiento facial que debutó en el Pixel 4 pero no estaba presente en el modelo del año anterior. Es menos segura, pues utiliza únicamente la cámara delantera sin ningún sensor extra, por lo que puede ser engañada con una foto, no obstante, es bastante rápida

En cuanto a la biometría, Google ha decidido traer de vuelta el reconocimiento facial que debutó en el Pixel 4 pero no estaba presente en el modelo del año anterior. Es menos segura, pues utiliza únicamente la cámara delantera sin ningún sensor extra, por lo que puede ser engañada con una foto. No obstante, es bastante rápida en reconocer el rostro y funciona correctamente hasta en condiciones de baja luz. El sensor de huellas bajo la pantalla fue criticado en el Pixel 6 por fallar más de lo esperado. Por desgracia, en la nueva versión, pese a que se ha mejorado levemente, sigue presentando lecturas erróneas con más frecuencia de la deseada.

Cámara: Pixel= rey de la fotografía móvil

La cámara de los Pixel ha sido, sin lugar a dudas, su principal punto fuerte desde el mismo lanzamiento de su primera generación. La mezcla entre lentes de calidad y la fotografía computacional basada en IA y Machine Learning de Google han demostrado ser una combinación ganadora, con exceptuar resultados año tras año, incluso en las versiones low cost.

El Pixel 7 no se desvía del camino y, de nuevo, nos encontramos ante la que probablemente sea la mejor cámara en un móvil en el mercado actualmente.

El sensor principal, un Samsung GN1, cuenta con 50 Mpx y una apertura F/1.8, muy luminosa. Pese al gran número de megapíxeles, el terminal reescala las fotografías tomadas a unos más manejables 12 Mpx. Cuenta a su vez con estabilización óptica de imagen. Las fotografías que capta este sensor principal, especialmente en condiciones de buena luz, son excelentes. Tienen una enorme cantidad de detalle, y un rango dinámico excepcional, probablemente el mejor en la fotografía hecha con smartphones. La representación de colores es correcta, pese a que en ocasiones tienda a saturarlos ligeramente.

La segunda cámara trasera es un ultra-gran angular de 12 Mpx que hace uso de un sensor Sony IMX381 y tiene una apertura de F/2.2. Las fotografías de esta lente pierden cantidad de detalle respecto a la principal, pero conservan en gran medida el buen hacer con el rango dinámico, incluso en condiciones lumínicas adversas, realmente sorprende lo que el procesado de imágen de Google es capaz de lograr.

Una de las principales diferencias del Pixel 7 con su hermano mayor, la versión Pro, es la ausencia de la lente telefoto para poder realizar zoom óptico. En este caso nos tendremos que conformar con zoom digital. Desde Google explican que gracias a su nuevo chip Tensor G2 y su procesador de imagen, es posible llegar a dos aumentos sin apenas perder calidad. Esto es relativamente cierto, pues conserva más detalle que otros zoom digitales con el mismo aumento, pero no puede competir (aún) con el zoom óptico. El dispositivo puede llegar hasta X8 en zoom digital aunque la aparición del efecto acuarela con el consiguiente suavizado de las texturas está casi asegurado.

El modo nocturno es otro punto álgido de este sistema de cámaras. Capta gran cantidad de detalle, manteniendo un tono natural, sin quemar de forma extraña la imagen o pintarla de amariillo/naranja como ocurre en otros equipos. Se ha mejorado notablemente el tratamiento de los haces de luz, que en el Pixel 6 generaban brillos y destellos capaces de arruinar la foto.

En cuanto al vídeo, puede grabar hasta 4k a 60FPS en todas las cámaras, incluida la delantera. La calidad y estabilización han mejorado un poco respecto a otras versiones, pero aún no llega a las altísimas cotas de calidad del Iphone, que sigue siendo el rey indiscutible de video movil, asi como el Pixel lo es de la fotografía móvil.

¿Me lo compro?

El Pixel 7 es un dispositivo fácil de recomendar porque hace la mayoría de tareas que la gente busca en un teléfono inteligente muy bien. Tiene una excelente cámara, una buena pantalla, una gran experiencia de uso, con cuidada atención al detalle. Ah, y todo esto por 650 euros. Por supuesto, nada es perfecto y habrá usuarios que echen de menos un procesador más puntero, o una mejor carga rápida.

Nota: 9/10

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