Donald Trump ha confirmado una tercera prórroga para que ByteDance, matriz china de TikTok, complete la desinversión de sus activos estadounidenses.
El nuevo plazo, extendido por orden ejecutiva, ofrece a la compañía 90 días adicionales, fijando la fecha límite a mediados de septiembre, como ya avanzamos hace unos días en Zonamovilidad. Esta decisión, aunque esperada tras sus declaraciones previas, vuelve a situar al sector tecnológico y de las telecomunicaciones en el epicentro de un conflicto legal y político aún sin resolver.
Desde enero, TikTok debería haber cesado su actividad en Estados Unidos conforme a una ley federal que exige la separación total de la plataforma de su control chino. Sin embargo, Trump ha pospuesto en varias ocasiones su entrada en vigor. La última prórroga, según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, tiene como objetivo “garantizar que el acuerdo se cierre de forma segura, permitiendo a los ciudadanos estadounidenses seguir usando TikTok sin comprometer sus datos”.
Presión legal y dudas constitucionales
La prórroga ofrece una protección temporal a los proveedores de servicios tecnológicos que aún mantienen a TikTok operativo en EE. UU., como Oracle, Apple o Google, quienes podrían enfrentarse a cuantiosas sanciones si incumplen la ley. No obstante, la validez jurídica de estas extensiones está en entredicho. El Congreso aprobó la ley con amplio respaldo bipartidista, y fue ratificada por el Tribunal Supremo, lo que plantea serias dudas sobre la autoridad del presidente para modificar sus efectos por decreto.
Varios senadores demócratas aseguran que mantener estas excepciones “es inaceptable e inviable”
Senadores demócratas como Ed Markey, Chris Van Hollen o Cory Booker ya han advertido que mantener estas excepciones “es inaceptable e inviable”, dado que genera inseguridad jurídica para las empresas tecnológicas. Otros legisladores, como el vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, Mark Warner, han cuestionado abiertamente la legitimidad de las prórrogas si no incluyen la transferencia del algoritmo de recomendación de TikTok, núcleo tecnológico aún bajo control de Pekín.
Aunque se había negociado un acuerdo liderado por Oracle para operar TikTok desde suelo estadounidense, las medidas arancelarias anunciadas por Trump contra productos chinos paralizaron las conversaciones. La negativa de China a autorizar la venta del algoritmo ha sido otro obstáculo clave.